RECTIFICACION HISTORICA
ABSOLUTAMENTE en serio, dice hoy don Adán:A propósito de la publicación reciente, relativa al pronunciamiento militar del Secretario de Guerra que, el 27 de enero de 1917 separó del Gobierno a su Jefe el Presidente González Flores, y se proclamó por sí y ante sí, Jefe del Estado, quizás sea oportuno que yo enmiende algunos errores tal vez involuntarios- en que incurrió esa narración histórica. Y o fui quien llegó de primero a la Casa Presidencial, al ocurrir el fácil cuartelazo que nos quitó del Poder al gobernante que tanto brillo le dio a la Administración Pública. La serenidad con que don Alfredo recibió la noticia, me sorprendió. Apacible, pareciera que sospechaba el golpe. Llegaban en ese momento los militares de lealtad proverbial, el General Ricardo Monge Chavarría y el Coronel Aníbal Morales Aguilar, a pedirle sus órdenes a don Alfredo. Airosos le pidieron autorización para enfrentarse al traicionero movimiento. Le dijeron: «Tenemos parque suficiente y armas en nuestro Cuartel Bella Vista, déjenos, don Alfredo». Pero don Alfredo les dijo: «De ninguna manera, la resistencia es ya inútil: no vale mi Presidencia, la sangre ni el sacrificio de ustedes; les agradezco la fidelidad que los honra». NO ES CIERTO, pues, que don Alfredo les ordenara resistir; al contrario, les dijo: «Váyanse a sus hogares. Esta Presidencia no ha sido un lecho de rosas. Al revés, congojas, sinsabores, ingratitudes. Nunca aspiré a mi reelección. Mantuve mi respeto a la alternabilidad del Poder. A ustedes les consta».
En seguida, fui yo quien pidió al Ministro americano le diera asilo a don Alfredo: por teléfono le expliqué lo ocurrido, y el señor Ministro, gentilmente, me dijo: «Desde luego, esta casa es la de don Alfredo, y la mía, que venga en buena hora». Salimos de la Casa Presidencial y en la sede de la Embajada norteamericana permaneció don Alfredo hasta su salida del país, acompañado del señor Ministro hasta Limón con rumbo a La Habana. Callo lo demás.
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.