PREVISIÓN
SE encontraban en Londres de vacaciones, nuestro don Adán y su hijo el Dr. Alfonso Acosta Guzmán.Un día en el cuarto del hotel, cuando ordenaban el desayuno, la camarera ofreció solícita:
-Huevos, con salsa de tomate, ¿pimiento o sal?
Don Adán rápido contesta:
Sal para mí no, por favor.
Después que salió la camarera dé la habitación, el doctor le preguntó a su padre:
-Idjay papá, por qué no quiere sal, está enfermo de los riñones o a dieta sódica?
-No, hombre, no seas ingenuo, no ves que aquí sólo te dan SAL DE INGLATERRA …
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.