Al bajar de su automóvil que él personalmente guiaba, nota que los periodistas y fotógrafos, tanto nacionales como extranjeros protestaban frente a las puertas de nuestro elegante coliseo por impedírseles la entrada a una sesión privada.
Al notar su presencia todos aquellos trabajadores de periódicos y revistas, se le acercan al señor Presidente Echandi y le piden que intervenga con la Secretaría General a fin de que se les permita entrar.
El señor Presidente, sereno, sin perder un solo momento su ecuanimidad y manteniendo desde luego su investidura de gobernante de Costa Rica, sonriente, les responde:
—»¿No ven ustedes amigos que a mí tampoco me dejan entrar?»
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.