Por las noches, después de las representaciones de la ópera o de las funciones de cine, iban llegando los contertulios a esa peña a comentar los sucesos del día, tanto nacionales como internacionales. El tema más interesante era el arte, la literatura y la política. La mesa la formaban Julio Barquero Duverrán, José Marín Cañas, Max Cedeño, Fernando Palau, Max Chaves, Guillermo Ruiz, Miguel Ángel Obregón, Carlos Fernández Mora y otros cuyos nombres no podemos precisar en estos momentos.
Una noche, acercándose el mes de diciembre, llegó el ingenioso Cholo Obregón acompañado de un amigo. Se encontraba solo, en una mesa el compositor Julio Barquero esperando al resto de sus amigos. El humorista Obregón se le acerca y sacando del bolsillo de su americana un bombillo de luz eléctrica, le dice:
—»Mirá Julio: con este bombillo pienso tomar café esta noche».
Y diciendo y haciendo, el Cholo llama al mesero y le ordena:
—»Sírvame una taza de café con pan con mantequilla y páguese con este bombillo».
El mesero bastante asombrado se lo recibe y le responde:
—»Voy a preguntarle a Rojitas si se le puede servir la orden».
Cuando el mesero se alejó, el ingenioso Cholo le dice a su amigo Barquero Duverrán, bastante preocupado y con cara de afligido:
—»Si la suerte no acompaña al bombillo, me quedo a oscuras»…
Tomado del Anecdotrio Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.