En esa época, se encontraba el sabio don Elías bastante delicado de salud, muy delgado y convaleciente de una tifoidea que lo tuvo al borde de la tumba.
Al verlo entrar, cerrado de barba y caminando muy despacio, ayudado por su pariente el Licenciado don Hugo Jiménez, uno de los fiscales de un partido político, clavándole la mirada al sabio que llamaba poderosamente la atención por su flacura, dijo:
—»¡Y a nos llevó el diablo! ¡Hasta los muertos vienen a votar!» …
Tomado del Anecdotrio Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.