INDULGENCIAS
UN día don Jorge Rossi se puso a hablarle a don Pepe de las indulgencias. Estaba preocupado por el futuro del caudillo en el cielo.-¿Y como es eso Jorge? ¿Las indulgencias son como «vales» que uno paga aquí y luego cobra en el cielo? le preguntaba don Pepe, y luego se hacía el despistado.
Otro día, don Jorge, que no quería descansar en su lucha por salvar a don Pepe del fuego eterno del infierno, le dijo al caudillo que un sacerdote quería hablar con él. Ese sacerdote había simpatizado con Calderón Guardia, pero don Jorge no quiso recordárselo a don Pepe. No le convenía. Convino en reunirse con él.
Cuando el padre llegó, don Pepe salió a saludarlo y le dijo,
-Idiay, padrecito, cómo está, ¿siempre tan mariachi?
Hasta ahí llegó la aspiración del sacerdote de confesarlo. Lo desarmó.
Al final Jorge Rossi ganó su batalla, porque se encontró con el Padre Casals, un cura catalán, a quien don Pepe recibió muy bien, porque le encantaba hablar en el idioma de sus padres.
Tomado del Anecdotario del elespiritudel48.org