ASI SON LAS ELECCIONES
SE acercaba el medio período de la segunda administración del licenciado don Ricardo Jiménez y era preciso hacer la renovación de la mitad de los Diputados al Congreso Constitucional.Para escoger los candidatos, se convocaba una convención por cada partido político. El Republicano convocó la suya, con tres delegados por cada cantón. Entre la delegación de Tarrazú, resultó electo el señor Jefe Político; esta autoridad comunicó su situación al señor Ministro de Gobernación, que lo era el licenciado don Rafael Castro Quesada (don Filo) y éste aprobó el caso, dando lugar para que asistiera a la asamblea. Tanto el resto de la delegación de Tarrazú, como íntegra la del cantón de Dota, dieron amplio poder al Jefe Político de Tarrazú, para que los representara en el acto.
Era Secretario del Comité Ejecutivo de la Gran Convención, el Lic. don Adán Acosta. Luego de iniciado el acto y, al ir nombrando uno por uno los Delegados presentes, hizo la observación de que no estaba en el reglamento considerado el caso de las representaciones por poder, que se había presentado en aquel momento respecto a las delegaciones de Tarrazú y Dota. Unico caso, y que era la asamblea en pleno, quien tenía que resolverlo. Sometido el asunto a votación, la asamblea por aclamación aprobó el caso.
Luego se procedió a la elección de los candidatos a diputados, uno por uno, propietarios y suplentes, hasta llenar la papeleta.
Al terminar el acto, dijo el licenciado don Adán Acosta:
«Estoy cansado de consignarle votos a XX, Delegado por Tarrazú y Dota».
Cada voto de ese funcionario valía por seis…
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.