¡Albricias! por fin algo de sentido común (y socialdemocracia) en EE.UU.

Bazar digital

Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Lo que está sucediendo, de la mano de los demócratas y la administración Biden en Estados Unidos, no es socialdemocracia, pero se le parece mucho. Y cuando digo socialdemocracia, me refiero a la buena, a la de justicia social, solidaridad, igualdad, cooperación, el equilibrio ambiental (algo más reciente), la búsqueda de la paz mundial, entre otros valores.

En contraposición el planteamiento capitalista se inspira en otros valores o antivalores, como el individualismo, la competencia, la búsqueda desenfrenada del enriquecimiento. Pero en todo caso, de manera muy inconveniente, el totalitarismo financiero y el capitalismo global han ido imponiendo la ética del dinero por encima de todos los demás valores. Y esto está causando estragos tanto en la corrupción, como vemos por doquier, como por la concentración de la riqueza, la destrucción ambiental y el cinismo como se mira la desastrosa situación social de los países más pobres.

Contrarrestar lo anterior no es cuestión de buscar recetas más novedosas. Para tener éxito con los programas políticos es necesario asegurarse que las brújulas apuntan hacia los valores adecuados. De otra manera se está perdiendo el tiempo, creando frustración y más condiciones para acentuar la pobreza.

No es fortuito que hable de esto. Después de leer la nota “Un McDonald’s ofrece 50 dólares por asistir a una entrevista de trabajo”, me puse a reflexionar sobre estos temas. La nota aunque parece poca cosa, en realidad tiene un gran significado, y por medio de ese ejemplo se ilustran los cambios por los que está pasando actualmente Estados Unidos.

La noticia nos hace ver varios fenómenos muy interesantes que se están dando en EE.UU., y que creo son muy aleccionadores para la socialdemocracia, por lo que vale la pena elaborar un poco sobre ellos:

  1. El desempleo continúa bajando en EE.UU. y está alrededor del 6%, cercano a las cifras previas a la pandemia, en la era Trump, cuando prácticamente el país tenía pleno empleo (con un sector ganando muy poco, pero bueno…), a lo que parece va encaminado de nuevo. Huelga decir que el pleno empleo es consustancial a la socialdemocracia.
  2. La queja de los empleadores es por los subsidios de desempleo, donde se argumenta que la gente prefiere no trabajar, porque reciben más dinero por el subsidio, que por la paga. Pues en buena hora que esto sea así, porque obliga a cosas como las del titular de la noticia, donde pagan $50 por ir a una entrevista de trabajo. Lo anterior eventualmente tendrá como resultado un aumento de salario para incentivar que la gente aplique para un trabajo.
  3. Se demuestra que la propuesta demócrata y de Biden de duplicar el salario mínimo es la correcta. La propuesta es aumentarlo de $7.5/hora a $15/hora.
  4. Lo anterior demuestra que el paquete de estímulo para la crisis está funcionando, la gente tiene dinero en sus bolsillos para gastar, con lo que se aumenta la demanda agregada, y por ende la economía crece al haber consumo. De nuevo se demuestra que Keynes tenía la razón, y no solo él, en realidad el sentido común.
  5. De llevarse a cabo el plan propuesto por Biden de infraestructura, de unos tres trillones de dólares, financiado con el incremento de impuestos a las grandes compañías y los salarios de más de 400 mil dólares al año, sería el envión definitivo que necesita ese país para la reactivación económica, y volver al crecimiento sostenido de su economía.
  6. Se demuestra que con los demócratas y Biden, se retoma el camino correcto del gasto, al hacer un reacomodo de las partidas presupuestarias hacia sectores históricamente abandonados por los republicanos como son la salud, alimentación, vivienda y otros.

Es así como vemos que el presidente Biden sin ser del ala progresista del partido demócrata, está cumpliendo muchas metas de su agenda, por una sencilla razón: es lo correcto. Vendrán todavía más cambios, está pendiente el de ir hacia la economía verde, otro punto de la agenda progresista, y muchos otros más, los cuales iremos viendo durante la administración Biden. ¡Que gran contraste con las propuestas republicanas!

Lecciones para Costa Rica en general y el Partido Liberación Nacional en particular son muchas, no voy a detallar, eso será en otro artículo.

Solo quiero apuntar que Costa Rica tuvo mucho éxito con las ideas socialdemócratas y la economía keynesiana. Pero eso se ha abandonado. Los criterios en boga jamás lograrán superar las injusticias crecientes, acabar con la pobreza y aliviar la grave patología social que padecemos. La barbarie economicista que domina, inspirada en un materialismo enajenante, deja de lado la cuestión social, la educación, la cultura y otros aspectos esenciales en el camino hacia lograr una sociedad más feliz. Solo cuenta el registro de cifras que parecen fabricadas, y el aumento en la producción, exiguo en todo caso, solo va en beneficio de una minoría local y solo se ve en el aumento en la repatriación de ganancias por parte de empresas extranjeras. Y creo que haríamos bien en analizar los problemas locales, como la creciente ingobernabilidad, rayana ya en anarquía, la destrucción de la infraestructura, la patología social, la obsolescencia de buena parte de las instituciones públicas, para mencionar solo algunos, en función de valores, de aspiraciones, de pensamiento propio, y no de una exégesis de supuestas fórmulas de aplicación universal.

Pero si quiero terminar diciendo, que todavía estamos a tiempo de retomar de nuevo los valores de la socialdemocracia, y ejercitar aquella máxima de don Pepe, que sigue totalmente vigente “El nombre de la estrella que nos guíe, debe ser, costarricenses, el bienestar del mayor número…”

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Un comentario

  1. Gustavo Elizondo

    Don Carlos, contrario a los detractores de la socialdemocracia, algunos de ellos que escriben en este periódico digital (es parte de sus principios de libertad de expresión), creo que sus principios siguen siendo aplicables, incluso en economías tan grandes como las de EEUU; con más razón aquí en nuestra pequeña Costa Rica, no perdamos de vista el pensamiento de don Pepe, Rodrigo Facio, Roberto Brenes, Daniel Oduber y Luis Alberto Monge, entre muchos otros.

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