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Por Sandra Trauner (dpa)
Fráncfort, 18 oct (dpa) – Los atentados terroristas de Hamás contra civiles israelíes marcaron el inicio de la Feria del Libro de Fráncfort.
El filósofo esloveno Slavoj Zizek provocó una feroz oposición en la ceremonia inaugural el martes por la noche, pero el debate ya había comenzado antes: con el aplazamiento de una ceremonia de entrega de premios a la escritora palestina Adania Shibli y la cancelación de participación de editoriales árabes.
Zizek, representante de Eslovenia, país invitado este año, condenó los atentados terroristas, pero criticó la que calificó de «prohibición de analizar». Para entender el conflicto, hay que ver también el trasfondo de los palestinos, instó al público.
Algunos invitados abandonaron la sala en señal de protesta, y el comisionado de lucha contra el antisemitismo del estado federado de Hesse, Uwe Becker, protestó en voz alta.
«Incluso la libertad de expresión tiene un límite cuando relativiza, menosprecia y equipara cosas en un contexto en el que no pueden ser equiparadas», dijo Becker más tarde a dpa.
Una vez apaciguados los ánimos, el director de la Feria del Libro, Juergen Boos, invocó «la libertad de la palabra». Debe ser posible «interrumpir un discurso», sostuvo Boos.
Me alegro «de que hayamos escuchado el discurso hasta el final, aunque no nos guste. Incluso si lo condenamos. Es importante que nos escuchemos unos a otros», comentó.
La Feria del Libro incluyó hoy una mesa redonda bajo el título: «Preocupados por Israel». Y los invitados expresaron su preocupación.
Antes del 7 de octubre, Israel había sido «un refugio seguro» para los judíos de todo el mundo, un lugar al que huir cuando el antisemitismo se descontrolaba en otros países. Este refugio ya no existe, ni siquiera como ilusión, se lamentaron dos autores israelíes en el podio.
Ambos escritores fueron indulgentes respecto al discurso del filósofo esloveno.
Zizek exige que «todo se contextualice», dijo el publicista Meron Mendel. «Probablemente sea cierto. Pero me doy cuenta de lo difícil que es». Mendel opinó que aun así se necesita un consenso básico: que el «mal absoluto» actuó en las masacres del 7 de octubre.
«No hace falta contextualizar. Eso no se puede discutir. Pero si tenemos esta base común, podemos hablar de cualquier cosa», indicó el escritor israelí.
Para Tomer Dotan-Dreyfus, Zizek dijo muchas cosas que podían ser criticadas, pero su diagnóstico de que es importante analizar mejor la situación es correcto.
«Me gustaría poder entender mejor esta complejidad. Para que podamos encontrar mejores soluciones. Porque las soluciones que tenemos ahora no parecen funcionar desde hace décadas».
Algunos países como Indonesia y Malasia cancelaron su participación en Fráncfort. «Es una reacción a nuestra solidaridad con Israel», dijo a dpa un portavoz de la Feria del Libro. Sin embargo, añadió, la feria también está del lado de los palestinos que sufren bajo el régimen de Hamás.
La Feria de Libro está «junto a Israel con plena solidaridad», dejó claro el director Boos en el arranque de esta edición. Por ello, dijo, las voces judías e israelíes deben hacerse «especialmente visibles».
La entrega del «Liberaturpreis» de la asociación Litprom a la palestina Adania Shibli, que en principio iba a tener lugar en la Feria del Libro, fue aplazada.
Su novela «Un asunto menor» trata de una violación masiva y el asesinato de una joven beduina a manos de soldados israelíes en 1949. Zizek calificó este aplazamiento de «decisión escandalosa».
Zizek insistió hoy en sus dichos durante una entrevista con la televisión pública alemana. «Sí, quería confundir a la gente», explicó sobre su discurso del día anterior.
Pero no en el sentido de justificar o relativizar el terror, continuó, sino solo planteando la pregunta: «¿Cuál es el trasfondo en el que surgieron tales actos?». El filósofo sostuvo que eso no era ser antisemita.
Otros temas quedaron relegados a un segundo plano en el primer día de apertura de la feria al público especializado. Tal fue el caso de la guerra de Rusia contra Ucrania, que había dominado la feria el año pasado.
Intelectuales rusos expresaron pocas esperanzas de que se produzcan cambios positivos en Rusia bajo el presidente Vladímir Putin. «No hay otra posibilidad que la de que Rusia pierda la guerra contra Ucrania. Si eso no ocurre, lo veo negro», afirmó la activista rusa de derechos humanos Irina Sherbakova.
Sherbakova es una de las fundadoras de la organización de derechos humanos Memorial, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2022.
La secretaria de Estado de Cultura de Alemania, Claudia Roth, subrayó que «la lengua rusa no es propiedad de Putin». En su opinión, los llamamientos al boicot son un camino equivocado. «Existe la otra Rusia – y debemos darle sus voces».
