Aida Faingezicht
A 30 días del balotaje la campaña de ambos contendores a la presidencia , José María Figueres de Liberación Nacional y Rodrigo Chávez del partido Progreso Social Demócrata, ha sido, desde las primarias, diametralmente opuesta.Chávez, como la novela El retrato de Doryan Grey, proyecta su propio retrato en forma minuciosa: de traje impecable, no responde a las acusaciones y condenas por conductas impropias y abuso sexual que pesan sobre él, tampoco acepta referirse a lo declarado en la compra de una casa de lujo donde pagó el doble de lo que reportó siendo Ministro de Hacienda, ni declara quién le da soporte económico en este proceso. Se presenta como el único líder de un partido que tomó para este proceso electoral, después de haber fracasado en el intento por lanzarse con otras banderas, y escogió un perfil populista, de verbo campechano, de corte anti sistema. Buscó culpables a males que sufrimos: pobreza, desempleo, corrupción, y señaló los causantes: empresarios, poder judicial, legislativo, funcionarios públicos, TSE, prensa, cuerpo médico, sector cultura, y, no inculpando a la administración actual, de la cual fue funcionario, incrimina a su oponente, varios de los males que sufrimos, haciendo afirmaciones, mayormente falsas que buscan crear “post verdades a costa de repetirlas, como insistir en que las alzas del petróleo devienen de la administración Figueres 94-98. A partir de esas premisas lanza su grito salvador al mejor estilo de los autócratas, tan apetecido por los rebeldes, entre los que muchas veces se concentra la juventud esperanzada de cambio, que aún piensan en promesas mágicas que transformen el Estado de Derecho y la institucionalidad democrática por decreto o referéndum… Rodrigo Chávez, luce cómodo en ese papel de banquero que está por encima del bien y del mal, no en vano fungió en la garrotera del Banco Mundial 30 años, quizás repitiendo la frase que hizo famoso al Rey Sol, Luis XIV de Francia, quien afirmó ante el parlamento “L’État, c’est moi” -El Estado soy yo- refiriéndose a un régimen absolutista donde todas las instituciones, el territorio y la nación son gobernados sin restricción institucional y sin otros poderes.
José María Figueres por lo contrario, pertenece a un partido consolidado, vivió en su hogar las luchas y logros de su padre, tres veces presidente de la República, Figueres fue también Presidente (1994-98), conoce lo complejo de la administración pública costarricense, está rodeado de equipos de profesionales, y sabe que el tiempo para resolver los problemas que nos aquejan, el desempleo, la pobreza, el colapso en educación, los costos de electricidad, agua, gasolina, no permiten pausa, después de 8 años complejos. Explicar su ruta de acción ha sido el fuerte de la campaña aunque la sombra de lo que él mismo llama una leyenda urbana, no lo suelta, a pesar de su insistente explicación sobre un juicio que nunca tuvo por una asesoría para Alcatel en el ICE, al respecto incluso le endosan haber estado fuera del país 10 años mientras ese tema prescribía, lo cual reitera él que no prescribe lo que nunca existió. Le atribuyen otros males durante su mandato los cuales también ha explicado exhaustivamente sin haber logrado eliminar el tema. Ahora su adversario le atribuye el nuevo alza en la gasolina por el impuesto del 30 % que tiene cargado, mientras Figueres aclara que ese impuesto existe desde la administración de Miguel A. Rodríguez, no desde su mandato que dejó cero impuestos a la gasolina, y que ante la crisis actual del petróleo propone bajar dicho impuesto para ayudar al transporte nacional. Sobre los diversos temas Figueres denota conocimiento de la cosa pública, programas a implementar, enlaces a nivel internacional para reactivar la economía y la formación de nuestros jóvenes.
Ambos manejan el tema económico.
Chávez ofrece “comprarse la bronca” y pasar por encima de la institucionalidad si lo requiere. Tiene sólo nueve diputados en su fracción.
Figueres ofrece hacernos caminar hacia el progreso respetando la institucionalidad. Tiene 19 diputados, la fracción mas grande.
A ambos les señalan actos indebidos. Figueres nunca fue llamado a comparecer ni nunca le acusaron, los tribunales lo corroboraron.
Chávez en el tema contra la mujer si fue inculpado, pero no se arruga cuando afirma que fue mal entendido por parte de sus ex esposas, sus hermanas, sus compañeras laborales.
Será el soberano el domingo 3 de abril el que decida.
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