Sindicalismo, la cola que mueve al perro

Max Hernández Sotela

El viejo dicho de la sabiduría popular, «La cola que mueve al perro», aludía a una parte en apariencia inferior o insignificante de una organización que, en la realidad, tenía tanta importancia, que se le atribuía ser el cerebro y el motor de la organización.

Este gobierno ha lanzado muchas señales y en múltiples direcciones, sobre los sectores que se han privilegiado con sus políticas. Incluso por instantes pareciera que sus políticas son improvisadas, porque inicialmente se definen con una gran firmeza y determinación y unos días más tarde, cambian sustancialmente. Pero, no obstante, si ha habido una política de gobierno coherente e inmutable, ha sido el arrodillarse ante las exigencias de la Cúpula Sindical (LA SINDICAL).

Antes de exponer mis consideraciones sobre el tema sindical, quisiera reconocer que deben existir dirigentes y líderes sindicales, (aunque no conozco a ninguno) que son verdaderos luchadores por la reivindicación de los derechos de los trabajadores.

Con el posible descalabro electoral de LA SINDICAL/PAC/FA, se pueden anticipar momentos muy duros para los intereses económicos de LA SINDICAL. Especialmente, por la urgencia de tapar algunos turbios manejos económicos con los inmensos fondos de las cuotas de los trabajadores, que son recibidas cada mes.

Esta campaña ha producido una serie de sentimientos inconfesos, eventos sociopolíticos cargados de prepotencia, revanchismo, intolerancia y obcecada desesperación; todos apuntando a un desenlace electoral que sacaría a LA SINDICAL/PAC de Zapote.

El último sainete cargado del más torpe disimulo que nos ha mostrado la campaña, ha sido la llegada del PUSC al PAC, con toda su tropa de economistas neoliberales, para tratar de quitarle a este último ese tufillo sindical. Esta rudimentaria trama no estaría completa, sin las burdas declaraciones de Albino Vargas; anunciando que se aleja del PAC y que votará en blanco, porque el PAC “se derechizó” … Por favor, ¿quién se traga ese grueso cuento?
Ante la posibilidad de perder las elecciones, LA SINDICAL/PAC se ha manifestado como un “engendro político de siete cabezas» (sin alusión a las siete poderosas centrales sindicales que lideran LA SINDICAL). Con estupor hemos observado cómo han corrido desesperados a negociar alianzas, con cualquiera de los diez cuernos (sin alusión a la maldad beligerante de los diez sectores con que han pactado) a efecto de sumar algo electoralmente. Primero negociaron con el comunismo del FA; con los grupos pro defensa de la IDEOLOGÍA DE GÉNERO LGBT; con los GRUPOS PRO ABORTO; con los GRUPOS PRO MATRIMONIO GAY; con LA COALICION COSTA RICA; con los ECONOMISTAS LIBERALES BUSCADORES DE CHAMBA; con lo más destacado del VIEJO BLOQUE MAOÍSTA COMUNISTA DEL FRENTE POPULAR/ATD proclives a la reeducación de las masas, donde destacan Leo Garnier y Maria Luisa Ávila; reflotó a PILAR CISNEROS, la dama mordaz pro LGTB; le vendió el alma al EX CANDIDATO DEL PUSC, al que le juró con sangre miles de puestos en su próximo gobierno; y lo más dramático, un perdón incondicional y un espacio político a la FAMILIA FIGUERES, que apunta al 2022. Todo esto parece una broma ideológica, producto de una bestia apocalíptica de diez cuernos políticos y siete cabezas.

Mientras tanto en redes sociales LA SINDICAL/PAC, ha logrado incendiar a los intolerantes; ha logrado orquestar un sentimiento anti religioso y un tratamiento altanero contra todo signo de temor a Dios y a las tradiciones más amadas de la mayoría costarricense.

Uno puede sospechar que este engendro político, no aceptará de buenas a primeras su derrota electoral y que como de costumbre, intentará una huelga general, antes de que asuma la Presidencia Fabricio Alvarado.

¿Por qué y cómo?

El por qué es muy sencillo de entender: porque con la entrada de un gobierno de Fabricio Alvarado se ponen en riesgo grandes y poderosos intereses, empezando con los líderes sindicales, los avances sustanciales de los grupos del odio a la familia tradicional, los huesos de la «Gente PAC » y los puestos negociados a los recién llegados a la distribución del botín de Baltazar.

El Cómo, es aún más simple, la exigencia de un aumento salarial del 5%, para compensar la pérdida de poder adquisitivo y la oposición de que se privatice la CCSS y el ICE.

Veamos algunos hechos políticos reales que ayudan a entender los apoyos y estrategias de acción conjuntas de LA SINDICAL (La Cola del Perro) y de este gobierno.

Los hechos citados no son una crónica exhaustiva; son sólo hechos ilustrativos que dan pie para validar la hipótesis ofrecida; de que «La cola mueve al perro».

El primer aspecto que cabe tomar en cuenta, es que existe un acuerdo político, público, notorio y evidente entre la cúpula del PAC y LA SINDICAL.

El 27 de octubre del 2015, el Periódico La Nación publicó:

“Pacto con sindicatos se negoció antes de huelga. El presidente Luis Guillermo Solís reconoció, este martes, que cinco de los ocho acuerdos firmados anoche por el Gobierno con el grupo sindical Patria Justa fueron pactados desde la semana pasada, antes de la huelga de este lunes».

El segundo aspecto de esta alianza político sindical es que, el liderazgo sindical, se alinea y se apega a las estrategias de acción del gobierno del PAC; desde luego, como consecuencia de pactos y acuerdos que salvaguardan los intereses, prerrogativas y ventajas que tienen los líderes sindicales.

El 27 de enero del 2017, el Periódico La Nación publicó:

“El diputado del PAC, Ottón Solís, dice estar seguro de que el gobierno de Luis Guillermo Solís hizo la «pantomima» de apoyar el proyecto de empleo público «hablando por debajo con los sindicatos» para traérselo abajo posteriormente”.

El tercer aspecto que justifica la lucha tenaz de LA SINDICAL en la última hora de la campaña, es la inmensa masa de dinero que le reportan las cuotas sindicales de los afiliados.

Según se publicó en un reportaje del Periódico La Nación del 6 de julio del 2014, donde se cita un reporte oficial de la Tesorería Nacional se informa que:

«Según la Tesorería, las deducciones totales del sector público ascienden a ¢48.000 millones. Del total, ANDE recibe un 0,8%; APSE, el 0,5%, y SEC, un 0,4%».

Solo estos tres sindicatos reciben unos ¢960 millones por año. Desde luego este dato que aporta la Tesorería Nacional no contempla la inmensa masa de recursos que recaudan los otros sindicatos del Poder Ejecutivo, ni los sindicatos en las instituciones públicas (CCSS, ICE, Recope, Bancos, Poder Judicial, etc). Los montos no se conocen, pero se pueden estimar al menos, en unos ¢9.000 millones adicionales.

O SEA, LA MASA DE CAPITAL QUE RECAUDAN POR AÑO LAS DIRIGENCIAS SINDICALES ES DE UNOS ¢10.000 MILLONES POR AÑO​. Para ponerlo en perspectiva, esto es una vez toda la plata del «Cementazo», CADA DOS AÑOS.

Cuando hablamos de una masa de dinero tan grande, que recibe LA SINDICAL, quien no paga impuestos, ni tampoco está obligada a rendir informes públicos de cómo invierte esos dineros, uno podría verse tentado a pensar que hay muchos y muy grandes intereses inconfesables, en lo que invierte y gasta LA SINDICAL.

Por esto, como nunca se había visto, se ha calentado el cóctel de emociones y de intereses de esos grupos conjuntados, alineados y enfocados en seguir moviendo al perro. Creo que esto los llevará a las calles antes de la toma de posesión del nuevo gobierno y tratarán de endurecer posiciones, para lanzar un fuerte mensaje al nuevo Presidente: “NO NOS TOQUE”.

Desde luego también, es de esperar la oposición más irracional y brutal desde la Asamblea Legislativa de parte de la Fracción del PAC y del ánima sola del FA, a toda iniciativa del Ejecutivo, o de una Alianza Nacional por Costa Rica. Además, quién duda de que los sindicatos en las Instituciones y Ministerios, nos volverán a recetar tortuguismo y otras linduras.

Tal vez mi apreciación no llegue a consolidarse y esté tan solo pensando mal de los muchachos que defienden sus privilegios y de las muchachitas que pintan iglesias; pero con franqueza estimo que nunca antes en la historia reciente, hemos tenido una convergencia de factores políticos, de odios y grupos antagónicos irreconciliables tan acentuada como ahora.

Sin duda esta COLA DE PERRO, anhela seguir moviendo al animal.