Desde mi óptica
José Francisco Bolaños Arquín
El próximo año inicia un nuevo Gobierno en Costa Rica y debe tener dentro de sus objetivos, el generar la mayor cantidad de empleos de calidad y así disminuir la pobreza que se ha mantenido muy estable y con muy pocas variaciones en las dos últimas décadas, siendo de un 20% la pobreza y un desempleo de alrededor al 9%.
El sector informal ha venido creciendo y en la actualidad, se ubica en un 45%, unos 940.000 trabajadores del total de la fuerza laboral que no encuentra trabajo, situación que afecta principalmente a jóvenes, madres solteras y mayores de 45 años; limitando así los ingresos tributario ante un déficit fiscal creciente y con el agravante que la gran mayoría de los informales, no cuenta con seguro social y no cotizan para obtener una pensión digna cuando les llegue su jubilación. Es necesario buscar una fórmula adecuada para este sector de informales, cotice a la CCSS con una tarifa diferenciada.
Además hay que incentivar a los emprendedores (muchos jóvenes profesionales y técnicos), deseosos y dispuestos a desarrollar su propia empresa y aplicarles un cobro escalonado en la CCSS, para los primeros cinco años, lo que podría ayudar a consolidar su negocio. Además de flexibilizar y disminuir los requisitos (municipales, tributarios, de Salud y de acceso a un crédito bancario)
El emprendedurismo, la micro, pequeña y mediana empresa, deben ser una realidad con políticas adecuadas y así lograr un mayor impacto en el desarrollo económico y social. Hay que incentivar la producción nacional y el consumo interno, para que influyan positivamente en el fortalecimiento de este importante sector, que representa el 96% del sector empresarial, contribuye con un 30% del PIB y genera más del 50% del empleo privado.
La Banca para el Desarrollo (SBD), se debe convertir, en una adecuada herramienta, con mayor impacto y generadora de buenas empresas, donde se pueda acceder a un crédito bancario oportuno y que sirva como fondo de garantía para aquellos que carecen de ella; fortalecer las opciones que el mercado ofrece como en: industria, comercio, servicios, artesanías, agropecuario y turismo. Sin embargo, solamente se destina alrededor de un 9% del total de los préstamos bancarios para su desarrollo.
En el SBD, en este 2017, el crédito total otorgado fue de ₡387.174 mil millones de colones, de los cuales se desglosa en 49% se aprobó para la región central, un 19% para la Huetar Norte, 12% en la Chorotega, 11% en la Brunca, un 5% en el Pacífico Central y un 4% en la Huetar Atlántica.
La colocación por tamaño de empresa es la siguiente: micro empresa un 76%, pequeña un 23%, mediana un 1% y emprendedor un 0%, para este último se debe a una inadecuada política de desarrollo, que debe ser objeto de análisis. La colocación por sectores prioritarios es el siguiente: 61% ningún sector particular, el 27% para cooperativa, un 8% mujeres, 2% microcréditos y un 2% en zonas de menor desarrollo. La Banca para el Desarrollo otorgó créditos a 38.884 mipymes.
Conozco el caso de una persona se presentó a un banco, a buscar información para construir tres apartamentos en un lote de su propiedad para él y sus dos hijos. La respuesta es que se podía otorgar a través de la Banca para el Desarrollo, restando recursos para el sector empresarial.
En los cursos de Desarrollo de Emprendedores que impartí por varios años, en una universidad privada en la Facultad de Administración de Negocios; (con la experiencia que había adquirido en la Dirección de Pequeña Industria y artesanía del MEIC, brindando asesoría y preparando los estudios de factibilidad de los pequeños empresarios para presentarlo a los bancos). Los estudiantes tenían que preparar un Plan de Negocios bien estructurado de la empresa que les gustaría tener en un futuro. Algunos alumnos con muy buenos proyectos, me comentaron que con gran ilusión que se presentaron a un banco a solicitar un crédito y los requisitos eran imposibles de cumplir, garantía hipotecaria, dos años de operar y un 20% de la inversión total. Ante esta realidad, es muy difícil desarrollar y fortalecer el emprendedurismo.
Como he comentado antes, para lograr un mayor acceso a un crédito bancario para los emprendedores y mipymes, las instituciones públicas y privadas relacionadas con este sector, deben orientar sus programas en el desarrollo de conocimientos, destrezas y habilidades y así permitirles la creación de sus propios negocios o hacer sólidos los ya existentes, elementos vitales para sobrevivir en un mundo cada vez más competitivo, con disminución del riesgo al fracaso.
Una de las instituciones que debe jugar un papel fundamental en este proceso, es el INA, que debe actualizarse y que cuenta con los recursos económicos; que contó este año con un presupuesto de ₡126.317.738.090 millones de colones (ciento veintiséis mil, trescientos diecisiete millones, setecientos treinta y ocho mil, noventa colones), proveniente del aporte del 1.5% del salario de los trabajadores.
Esta Institución, sin embargo y a pesar de contar con esa cantidad de recursos económicos e infraestructura, viene con una disminución de egresados de hasta un 40% y donde solo un 25% de los graduados logran insertarse en el mercado laboral.
Así las cosas, tanto el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, el SBD, el INA y otras instituciones públicas y privadas relacionadas con el sector productivo, requieren de nuevas estrategias y objetivos, para darle un mayor impulso a este importante sector y así lograr generar empleo y con una mejor y equitativa distribución de la riqueza.
Administrador de Negocios
Excelente análisis digno de tomar en cuenta por el próximo presidente de Costa Rica. Saludos amigo.