Albino Vargas Barrantes
Mañana lunes PRIMERO DE MAYO, en el marco de la conmemoración histórico-mundial del Día Internacional de la Clase Trabajadora, denunciaremos con firmeza esta dramática realidad que afecta a las mayorías trabajadoras asalariadas de nuestro país:
EL ROSTRO SOCIAL DE LA DESIGUALDAD ARROJA DATOS COMO LOS SIGUIENTES:
Solamente a un 39 % de las personas trabajadoras asalariadas tienen la posibilidad de reconocimiento de aguinaldo, pago de horas extras, acceso a protección de seguro social y a la de riesgos del trabajo.
A un 43 % se les reconoce tales derechos laborales fundamentales pero en forma parcial, a medias.
Un 18 % de las personas trabajadoras asalariadas está, prácticamente, en condiciones de esclavitud, sin ninguno de esos derechos fundamentales básicos.
Hay un 33 % por ciento de personas trabajadoras asalariadas en el sector privado a las cuales ni siquiera se les reconoce el salario mínimo de ley, por demás sumamente bajo en un país sumamente caro para vivir.
Y para peores, ahora solamente habrá un “incremento” en el monto del salario mínimo una vez al año.
La cifra oficial del desempleo está cercana al 10 % pero es el doble a juzgar por diversos especialistas de mucha credibilidad; además, en materia de empleo juvenil, la situación es dramática, dolorosa y alarmante.
POR EL CONTRARIO, LOS DATOS MACROECONÓMICOS INDICAN LO SIGUIENTE:
4,6 % es la cifra de crecimiento de del Producto Interno Bruto (PIB), real, en el año 2016.
Prácticamente en ese año 2016, el valor de las exportaciones ascendió a los ¡10 mil millones de dólares!
En el primer semestre de este año 2017, las exportaciones de bienes crecieron en un 9 % y las de servicios en un 11 %.
Las tasas de interés disminuyen, cerrando en un 4,45 % a la baja al cierre del 2016.
El déficit fiscal no llegó al “temido” 6 % del PIB al cerrar el 2016, fue de un 5,2 %…
EN CONCLUSIÓN:
La concentración de la riqueza, el avance sostenido de la desigualdad y la pésima distribución de los beneficios del crecimiento económico, siguen perjudicando a las mayorías trabajadoras de nuestro país. El asistencialismo de la política social es bueno pero no resuelve el problema de fondo. Un cambio drástico en tal sentido está pendiente y, al menos, en dos aspectos: Se necesita otra política salarial, por un lado; y, por otro, transformar el sistema tributario haciéndolo radicalmente pregresivo. Hay que salir a la calle, definitivamente este PRIMERO DE MAYO y durante mucho tiempo más…
Secretario General ANEP, coordinador Colectivo Sindical PATRIA JUSTA