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Monólogos con Pelé *
Lina Barrantes Castegnaro
El domingo pasado, el periódico La Nación hizo una nota sobre un supuesto análisis que realizan asesores legislativos de Liberación Nacional, sobre la Cátedra de Estudios sobre el Islam impartida por el Profesor Jorge Barrientos, en la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica.
En un grupo de gente de mi generación, que tenemos en común haber sido miembros de la Juventud Liberacionista en los años 70 y 80, la reacción de indignación no se hizo esperar, inmediatamente un compañero, le preguntó a la Jefa de Fracción, quien respondió de inmediato y en unas horas al público, con un comunicado oficial, diciendo que la Fracción, no había ni siquiera dado curso a la solicitud de doña Clara Liberman de realizar esa investigación.
Aunque la historia ahí, parecía terminada, me permito hacer algunas reflexiones con el ánimo de aportar al debate.
La Universidad es universalidad. Del termino “universitas” derivan tanto la palabra “universidad” como la palabra “universalidad”. Ambas, nos dan la imagen de un todo. La Universidad nace con la aspiración de que ningún espacio del saber quede fuera de su estudio. Pretender excluir materia de estudio, atenta no únicamente contra la libertad de cátedra, no únicamente contra la autonomía universitaria. Atenta contra el espíritu mismo de la Universidad. Es por eso que la noticia de La Nación sobre esta supuesta investigación de Liberación Nacional, me pareció inaudita, y es por eso mismo en contraposición, que la explicación de la Diputada Maureen Clark, según la cual la fracción del PLN había decidido no darle curso a la solicitud, no me pareció tan trascendente. Siento que lo mas importante de este horror es la oportunidad de insistir sobre el concepto de universalidad.
He leído la rabia en muchos, sobre el vergonzoso intento de intervención. Es cierto, es vergonzoso que un partido, o dos, o tres pretendan definir los temas de estudio de una institución académica que goza de esta autonomía que tanto predicamos y que tanto nos enorgullece.
Lei hace un rato, que había quienes, incluso dentro de la Universidad de Costa Rica, opinaban que no importaba que la Asamblea Legislativa iniciara una investigación, si de por si, no encontrarían nada malo. Estos universitarios están profundamente confundidos. No hablamos de una investigación del OIJ, no hablamos de una declaración de impuestos. No hablamos de una declaración de bienes ante la Contraloría General de la República. Hablamos de un intento de limitar esa universalidad intrínseca a la Universidad.
Espero que este horrible intento, que no nos condujo a nada mas que a una discusión, sirva para profundizar esas raíces que no dejan espacio a la exclusión de ningún conocimiento en el ser costarricense. Esas raíces que nos deben amarrar a una tierra llena de pluralidad, llena de conocimiento y por supuesto, sin limitaciones.
Estas palabras van motivadas por el respeto, afecto y admiración hacia tres amigos que han dedicado su vida a construir esa Universidad que describo, sin ataduras en el pensamiento: Marcelo Prieto, Olman Segura y Manuel Araya.
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Cargando...* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.
La intransigencia en algunos sectores del PLN
Cuando se conmemoraron los 50 años del Partido Liberación Nacional, el Lic. Jorge Villegas, entonces director del Instituto de Formación Política Rodrigo Facio, me invitó a exponer afiches políticos que he coleccionado toda mi vida.
Decidimos montar una exposición con afiches de organizaciones políticas mundiales, de América, de Centro América y de Costa Rica, segmentándola por regiones geográficas.
El primer o segundo día de exposición, me topé con la desagradable noticia que dos personas habían bajado un afiche del Frente para la Liberación de Palestina, del lugar donde lo había colocado Jorge y quienes armaron la exposición. Lo rompieron y lo tiraron a la basura, argumentando que ese afiche no tenía nada que hacer en esa exposición.
Una de esas personas que rompió el afiche fue la señora Ofelia Tailtelbaun, quien después ocupara el puesto de diputada y Defensora de los Habitantes. El nombre de la otra persona que le acompañó, me lo reservo, pues ya falleció.
En ese momento, presenté un reclamo y el asunto se llevó hasta el Directorio Político del PLN, en donde se manifestó una protesta por el acto que se había ejecutado, contrario a lo más sagrado de la democracia, que es la tolerancia política.
Hoy la Dra. Clara Liberman asume el mismo papel inquisidor y algunos intransigentes antidemocráticos en el PLN la apoyan, para vergüenza de la memoria de los fundadores de este Partido. La solicitud para que se investigue un curso universitario, violenta la libertad de cátedra.
Esperemos que prive en el Partido Liberación Nacional el respeto a la libertad de cátedra. La tolerancia y el respeto es uno de los valores más sagrados de la democracia.
¿Qué nos pasa dentro del Partido Liberación Nacional? Ahora la igualdad y la libertad pueden ser pisoteadas. Qué lamentable.