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Texto de la carta entregada por Daniel Cordero a don Oscar Arias.
CARTA ABIERTA A DON OSCAR ARIAS
Estimado don Oscar:
No es un secreto para nadie: la juventud costarricense de hoy enfrenta graves retos, que ponen en peligro nuestro futuro. Si bien somos la generación más educada en la historia de nuestro país, el desempleo de las personas jóvenes crece. Esta lamentable situación nos impide tener vivienda propia, formar una familia y mejorar nuestra calidad de vida.
Usted bien sabe que somos nosotros, quienes debemos enfrentarnos a las futuras consecuencias de las malas decisiones tomadas por gobiernos como el actual, que no han sabido responder a las necesidades de una sociedad civil cambiante y cada vez más demandante. Somos una juventud que no quiere quedarse de brazos cruzados mientras nuestras preocupaciones crecen diariamente.
Esta generación se preocupa por el medio ambiente. Con entusiasmo recordamos que en su segunda administración, nos pusimos como meta que Costa Rica se convirtiera en el primer país del mundo es ser carbono neutral para el año 2021. Sin embargo, la visión corta del presente gobierno destruyó esas ilusiones. Hoy nos dicen que no seremos nosotros, sino nuestros nietos, quienes a lo mejor tendrán aire puro para respirar. ¡Eso no lo podemos aceptar!
En otros países, las leyes necesarias para progresar se aprueban con rapidez. En Costa Rica eso no sucede. Estamos frustrados de saber que temas que van desde el maltrato animal, hasta las finanzas públicas, demoran años en ser votadas, porque prevalece el ánimo de revancha entre los partidos políticos, que el espíritu cívico de llegar a acuerdos. Nos urge tener un Presidente de la República con capacidad probada para la negociación política y realizar las transformaciones políticas necesarias para abandonar la ingobernabilidad en la que vivimos de una vez por todas.
Desgraciadamente, en materia de Derechos Humanos, nos hemos quedado atrás. Esa fue siempre la principal bandera de Costa Rica y hoy sus colores están desteñidos. Cuando a unos se les dan los derechos que otros no pueden disfrutar, todos sufrimos como nación. Queremos romper con las cadenas del pasado, y adentrarnos al futuro unidos en la igualdad. Para ello se necesita un verdadero estadista. Un líder que se preocupe más por diseñar un país mejor, que por tomarse “selfies” o promocionarse como una gaseosa.
Nuestros actuales gobernantes han perdido el rumbo y es urgente retomarlo. Debemos abandonar la improvisación y la incertidumbre en la que se encuentra este país. No volveremos a caer en la trampa de los falsos discursos que prometen cambio, pero nos llevan al vacío. Es hora de ir a lo seguro.
Afortunadamente, no perdemos la esperanza al saber que tenemos entre nosotros a un gran líder y estadista, quien es capaz de brindarle a Costa Rica el cambio que queremos y deseamos.
Es usted don Óscar, la única persona que puede conducirnos por el rumbo necesario, para ser el país que soñamos y que podremos alcanzar. Nuestro futuro pende de un delgado hilo y no dejaremos que cualquiera juegue con él.
Hoy nos presentamos con respeto, pero al mismo tiempo con mucho entusiasmo y ánimo, a solicitarle que, por el cariño que siente hacia la juventud de Costa Rica, asuma las riendas del Gobierno. Lo hacemos con la seguridad de que no nos defraudará como otros lo han hecho.
¡Ha llegado la hora de transformar esta tierra y lo haremos a su lado! Cuente con todo nuestro apoyo, así como nosotros contamos con su respuesta afirmativa para ser el próximo Presidente de Costa Rica.
