En cierta ocasión unas damitas de nacionalidad italiana ofrecieron en su lujosa y confortable residencia del Barrio de Amón, una comida a José Rafael Peralta Cañas y a Francisco Peralta Esquivel. Se trataba de dos niñas de familia distinguida muy apreciada en la sociedad costarricense.
Estaban los dos amigos Peralta en la sala, en amena charla con las señoritas, cuando irrumpió don Otilio Ulate, que por aquella época era el codueño del rotativo “La Tribuna”. Las jóvenes se pusieron de pie y como para que los Peralta se enteraran dijeron:
-”Hemos invitado a este caballero para que nos HAGA LA CRONICA DE LA COMIDA”…
(Las señoritas italianas creían que el señor Ulate era un redactor social del periódico)
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
Usado con permiso. Todos los derechos reservados.