Tess

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Carlos Revilla M.

Me quedó pendiente hablarles de una de esas películas que me marcaron en mi juventud, y que les había mencionado en alguna oportunidad. Me refiero a Tess, una super producción franco-británica de 1979, dirigida por Roman Polanski. No había tenido oportunidad de verla de nuevo, hasta hace unos días que me la encontré entre los clásicos en Netflix, y cuando empecé a verla, fue como si me hubieran dado un mazazo en la cabeza, pues los recuerdos comenzaron a inundar mi mente.

Como dije el director es Roman Polanski, de quien ya les he hablado en otra oportunidad, y está protagonizada por Nastassja Kinski y Peter Firth en los papeles principales. El guion, escrito por Gérard Brach, John Brownjohn y Roman Polanski es una adaptación de la novela de 1891, de Thomas Hardy: «Tess of the D´Urbervilles» que se publicó por primera vez en una versión censurada y por entregas, recibiendo muchas críticas, en parte debido a que desafiaba las costumbres sexuales de la época. La música es de Philippe Sarde, realmente preciosa.

A través del tiempo se han hecho varias versiones de esta película, tanto para el cine como para la televisión, siendo está de Polanski la que tiene mejores críticas. Ganadora de 10 premios internacionales y candidata a 12 premios más entre ellos tres Óscar en 1981: A la Mejor dirección de arte, a la Mejor fotografía y al Mejor diseño de vestuario y también dos Globo de Oro 1981: al Mejor filme extranjero, y a la Estrella revelación del año Nastassja Kinski.

En los créditos iniciales de la cinta se puede ver un «to Sharon» (a Sharon), en alusión a Sharon Tate la que fuera esposa de Polanski y que fue asesinada por Charles Mason y “La Familia”. De esto ya les había hablado, cuando reseñe la película “El inquilino”. En la última oportunidad que vio a su esposoa, esta le dio una copia de la novela y le dijo que se podría hacer una buena película. De ahí la dedicatoria.

El papel de Tess (diminutivo de Theressa) marca el salto a la fama de Nastassja Kinski, hija del laureado actor alemán Klaus Kinski y de una gran belleza con un sensual erotismo juvenil. Ella resultó una extraordinaria elección para dar vida en la gran pantalla a la melancólica, bella y atormentada heroína de Thomas Hardy.

En cuanto al argumento, la historia tiene lugar en los condados rurales del Dorset, Inglaterra durante la época victoriana. La acción se desencadena cuando, de manera inocente, el clérigo de una aldea, Parson Tringham (Tony Church), le revela a John Durbeyfield, (John Collin) un honrado granjero, que los «Durbeyfields» son realmente descendientes de los d’Urbervilles, una noble familia casi extinguida cuyo linaje se extiende hasta la época de Guillermo el Conquistador. Esta información parece inútil ya que la familia perdió sus tierras y su prestigio cuando murieron los herederos varones. El clérigo simplemente piensa que a Durbeyfield le gustaría conocer sus orígenes como una mera curiosidad histórica.

Por desgracia, Durbeyfield se obsesionó de inmediato con la idea de recuperar su nobleza perdida, y utilizarlo para, de alguna manera, aumentar la fortuna familiar. La pobre situación de la familia hace que John envíe a su hija, Tess (Natassja Kinski), a la mansión donde viven los D’Urbervilles, para que le den trabajo como favor por la relación de parentesco. Pero en la mansión quien maneja la situación es el siniestro Alec D’Urberville (Leigh Lawson), que por su parte está encantado de conocer a su preciosa “prima” y la intenta seducir con rosas y fresas. Pero Alec no es pariente de Tess, ya que ha adquirido su ilustre apellido y escudo por medio de una compra. Alec se enamora de Tess, y finalmente termina violándola. Tess se marcha de nuevo a casa embarazada, el bebé nace enfermo y muere.

Después de algún tiempo, Tess se marcha a una granja de vacas donde empieza a trabajar como lechera. Es allí donde conoce a su verdadero amor: un joven aspirante a misionero que proviene de una familia respetable, llamado Angel Clare (Peter Firth). Angel cree que Tess es una chica de campo, nada mimada y completamente inocente. Se enamoran el uno del otro y se casan, pero Tess, sintiéndose culpable, no le confiesa su anterior relación con Alec hasta la noche de bodas. Desilusionado, Angel la rechaza y Tess se encuentra de nuevo sola.

Abandonada por su marido, Tess se encuentra otra vez con Alec d’Urerville. En un principio, ella repele sus insinuaciones ferozmente. Pero tras la muerte de su padre, la familia Durbeyfield se sume en tiempos muy duros, teniendo que hacer frente a la falta de alimentos, al desalojo y a la indigencia. Tess se ve forzada a volver a asumir su tórrida relación con Alec, convirtiéndose así en su amante para poder mantener a sus hermanos menores y a su madre.

Poco después, Angel Clare vuelve de su viaje al extranjero. Un desastroso viaje misionero por Brasil había acabado con su salud, lo había hecho más humilde y habiendo tenido tiempo de sobra para pensar, está ahora arrepentido de haber tratado así a Tess. Logra encontrar a Tess, pero se marcha con el corazón destrozado al encontrarla cohabitando con Alec.

Hasta aquí les cuento, para no arruinarles el final, que es de antología, con una escena muy especial filmada en Stonehenge, ese mítico monumento de piedra ubicado al sur de Inglaterra.

A pesar que la película está ambientada en Inglaterra, fue filmada en Francia. Esto puede deberse al hecho de que Polanski tenía orden de captura acusado de estupro en los Estados Unidos, y podría haber sido extraditado del Reino Unido.

Una de las imágenes que siempre recordaba, era la de Tess ingresando a la mansión de los D’Urbervilles, que era el afiche de promoción de la película, pero curiosamente no pude hallarlo en Internet. Parece que modernamente prefirieron otro diferente que explota más la sensualidad de la Kinski; de todas formas en la película pueden ver la magnificente escena.

La cinta es larga, dura casi tres horas, pero vale cada minuto; desde las adolescentes bailando al inicio, hasta la escena final en Stonehenge. Dirección, fotografía, música, vestuario y actuación, se conjugan con una gran historia, para hacer de Tess una obra maestra del sétimo arte.

 

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