Efrén Arauz C.
Definitivamente es el tema de nuestros dias, el escándalo político- financiero de aquí y de todo el planeta. Hacia años que no había un “terremoto” global de tal magnitud. El tema traerá cola por cuanto apenas se sabe un uno por ciento de la punta del iceberg.
De momento hay muchas aristas, mas preguntas que respuestas, por lo que el asunto deberá abordarse con la seriedad que se requiere, con la objetividad necesaria y con criterio científico, no político ni en sentido amarillista como lo ha hecho alguna prensa.
En primer lugar, tener una sociedad en otro país no es delito, el Estado costarricense de hecho tiene el banco Bicsa con oficinas aquí, en el Caribe y otros lugares vecinos, son las llamadas corporaciones offshore, lo malo es utilizarlas para fines delictivos como lo es el blanqueo de capitales o la evasión de impuestos.
Para el lavado de fortunas mal habidas -drogas- no hay defensa que hacer, cada gobierno deberá hacer lo suyo, las investigaciones correspondientes y establecer las sanciones de rigor.
En el caso de fortunas mal habidas por parte de políticos y dignatarios tampoco hay defensa que hacer, cada caso debe de analizarse por separado, cada quien deberá dar las explicaciones de rigor y establecer conclusiones, en el caso de Costa Rica debemos investigar lo denunciado en todas las instancias, sean administrativas y judiciales, aquí el problema es de legalidad y de moralidad, no es de recibo el doble discurso, por un lado se propone reformas tributarias y por otro se evade ilegalmente el pago de impuestos, -justos o injustos no es el centro de la discusión- estos deben pagarse donde se produzca el hecho generador, no en Panamá, donde hay muy pocos controles, impuestos simbólicos y los bancos privados no hacen preguntas. La señal enviada a los pequeños empresarios, a los “de a pie” y a los jóvenes es muy mala, hemos caído en una descomposición total de principios y valores que nos pueden hacer caer estrepitosamente,en todos los sentidos, el tema apenas empieza, aun no se ha hablado de dinero provenientes de fraudes, desfalcos, desviaciones de dineros, apropiaciones indebidas, etc., etc., etc.
Finalmente, en relación a empresarios, bufetes, deportistas en general tendrán mas razones legales para defenderse, aunque en el fondo lo legal siempre esta revestido de un entorno moral. Es menester una aclaración nacional.
La lista aumenta día con día, ahora se incluyen mafiosos, narcotraficantes, criminales, terroristas, en fin, estos no merecen ni el perdón de Dios, ¿hasta dónde llegará esta debacle legal-moral sobre las finanzas privadas, las obligaciones tributarias y el engaño en su máxima expresión?
Los señalados le deben una explicación al país, estamos esperando.
– Politólogo y abogado