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EL clamor de los pobres empleados públicos para que se les conceda un aguinaldo en la época gastona de diciembre de cada año, viene desde hace muchos años. Pero como siempre resulta que el Gobierno no tiene plata, hay que padecer necesidades y anhelar venturas con la misma paciencia, ogaño que antaño.
Hará unos cuantos años, siendo el Licenciado don Adán Acosta Valverde, Jefe de la Oficina de Control, se hablaba fuerte y seguido del mismo asunto. La negativa se dejó oir muy pronto, a pesar de que era voz general que a ciertos altos empleados sí se les daría el aguinaldo.
Un pobre Jefe Político de apartada región, no se aguantó la cosa y dispuso venir a San José para saber, por el propio don Adán si habría aguinaldo y sobre todo si era cierto que sólo a determinados empleados se lo darían.
El Jefe Político se presentó a la oficina del Licenciado Acosta Valverde y en su lenguaje rural y sencillote, le dijo:
-”Idiay don Adán; ¿Usté creé que “haigan” aguinaldos?”.
Y don Adán, siempre jovial y oportuno, pensando quizás en la enorme injusticia, le contestó, usando la misma jerga campesina:
-”Pues hombre, claro que no haberán para todos, ¡¡¡PERO QUE HABERÁN, HABERÁN!!!”…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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