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ESTÁ llamado a servir la Presidencia de la República, decían todos los costarricenses, cuando el Doctor Ricardo Moreno Cañas, defendía la nación desde su curul de diputado.
De un pueblo remoto vino un campesino a buscarlo. Quería que fuera el Doctor Moreno Cañas quien lo examinara y tratara.
Y se entabló el siguiente diálogo entre médico y paciente:
-”Sufro, Doctor, de unos dolores que no me dejan tener vida”.
El médico se quedó mirando al visitante, y después de un minucioso examen hecho a conciencia y de estudiarlo psicológicamente, le extendió una receta, diciéndole:
-”Divida este papel en nueve partes y tómese uno cada día. Vuelva a verme”.
Pasaron los días y el paciente no se acercaba al consultorio del médico. Por fin, depués de un mes, se presenta ante el Doctor Moreno Cañas, y muy contento, agradecido y satisfecho, le dice:
-”Doctor: a los ocho papelitos me curé. LE DEVUELVO EL NOVENO”…
(El campesino le entregó al Doctor un pedacito de papel . Había botado el polvo y dividido en nueve partes la envoltura).
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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