En plena fiesta, y en un momento de calma, le cayó Salustio Quirós con un «sablazo» elegantísimo pero de suma urgencia. Don Mario le respondió:
—»Pero hombre, Salustio, vos sabes que yo no soy hombre de dinero en lo personal, y con los fondos que me manda el gobierno de Costa Rica, en México vivo apenas al día».
A lo que Salustio, lleno de congoja y desesperación, le replicó:
—»¡Al día! ¡Al día! Dichoso vos que vivís al día. ¡YO VIVO AL MINUTO, AL SEGUNDO!… ¡Y se fue de espaldas!…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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