Continuum, una tormenta perfecta

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Este sábado tuve uno de esos días tranquilo en mi casa —de los que últimamente casi no tengo- y entonces decidí ver una nueva serie de TV de ciencia ficción que me llamó la atención, con el nombre de «Continuum». Había visto que el servicio Netflix (streaming) ofrece la primera temporada de diez capítulos de la serie que se emitió en el 2012 (es muy reciente). Me parece que también el canal de cable Space la está dando (revisen la guía). A finales de abril comenzó la segunda temporada (13 capítulos) en Canadá.

Primero lo primero, ¿qué es el Continuum?. Para explicarlo de forma simple El Continuum es cualquier cosa que pasa a través de una transición gradual a partir de una condición, a otra condición, sin ningún cambio abrupto o discontinuidades. Aplicado al caso que nos ocupa de la serie de TV es la posibilidad del viaje en el tiempo, es decir que el espacio-tiempo es algo continuo por el que se puede viajar hacia atrás y hacia adelante, esto dicho de la forma más sencilla posible.

Bueno, ya se enteraron de una premisa de la serie que es el viaje en el tiempo, pero eso aunque importante no es lo especial que tiene. En realidad son los diferentes elementos que componen la trama (argumento). Veamos:

Kiera Cameron (Rachel Nichols) es una oficial de la ley (Protectora) que trabaja para los Servicios de Protección al Ciudadano (CPS). Ella vive una vida tranquila y normal con su marido y su hijo en el año 2077 en Vancouver (actual Canadá, Unión de los estados del norte o algo así en 2077). La Unión está regida por una oligárquica corporatocracia que gobierna por medio del «Congreso de las corporaciones», la vida sigue en una aparente libertad bajo un estado policial de alta vigilancia con tecnología de avanzada.

Cuando un grupo autoproclamado de luchadores por la libertad que conoce como «Liber8» (se pronuncia libereit en inglés, muy ocurrente por cierto) escapan de ser ejecutados huyendo a través del tiempo al año 2012, Kiera involuntariamente es también transportada con ellos al pasado. Junto con el detective Carlos Fonnegra (Victor Webster) y el Departamento de Policía de Vancouver, y con la ayuda del genio adolescente de la computación Alec Sadler (Erik Knudsen), Kiera trabaja para localizar y frustrar al grupo terrorista de Edouard Kagame (Tony Amendola) y sus seguidores en la actualidad, mientras oculta su identidad como viajera en el tiempo.

Kagame y los miembros del Liber8 conspiran para alterar el pasado y así evitar el surgimiento de lo que ven como un régimen corporativo dictatorial tipo orwelliano que debe detenido a toda costa. Mientras tanto, Kiera se entera de que Alec es nada menos que el inventor y empresario principal que se levantará para convertirse en el jefe de Sadtech, una de las mega-corporaciones que dominan el mundo en 2077.

Mientras Kiera lucha para volver a casa con su familia, descubre que su presencia en 2012, y la de los miembros de Liber8, puede que no sea un accidente.

Como ven, una trama de infarto, simplemente genial. Eso si, el creador y los productores se toman un gran riesgo, pues al poner el viaje en el tiempo en épocas relativamente cercanas, esto abre un sinnúmero de paradojas (proposición en apariencia verdadera que conlleva a una contradicción lógica o a una situación que infringe el sentido común), por ejemplo, ¿qué pasaría si matan a mi abuela, dejaría de existir? Interesante no creen, bueno, pues esta y otras paradojas aparecen durante la serie. Inteligentemente el autor y los guionistas evitaron el poner en la misma época al mismo personaje (el viejo con el joven). Hay otras interrogantes, como ¿se puede cambiar la historia o se crea una nueva línea de tiempo?

Aunque todas estas interrogante y paradojas son fascinantes, es solo una parte, diría que complementaria, de lo que nos atrae de la serie. La serie no es gringa, es canadiense, producida por Showcase una de las principales cadenas de ese país, de excelente calidad. Tal vez por esto es que muchos temas se tocan de forma diferente, por ejemplo es de agradecer que se abandone el cliché de terrorista=musulman, no hay en el grupo de «malosos» musulmanes. Lo más parecido a un musulmán es su líder Kagema, pero más bien el actor es de origen hispano, igualmente todos los otros integrantes de la banda son caucásicos y solo hay un afroamericano.

Al no existir el asunto «musulmán» la serie se va por la lucha entre los que adversan a las corporaciones y que ven una conspiración de estás para adueñarse del mundo. Y esto es lo bueno, que no se aleja mucho de la realidad actual, en el sentido de que hay gente que cree que algo así está sucediendo en nuestros días. No necesariamente esto es lo que creo, pero si hay una corporatocracia.

Es difícil resumir en unas pocas líneas todo lo que sucede durante la serie. Entonces, al final si combinamos, una buena serie, con una trama muy bien elaborada, excelentes actores, la actriz muy bonita, y su compañero, supongo que también le sacará más de un suspiro a las féminas, ciencia ficción (mi género favorito), el viaje en el tiempo (mi subgénero favorito); la parte política (las corporaciones queriéndose adueñar del mundo), las protestas (los indignados); entonces vemos como al combinar todos estos factores, la serie se convierte en una tormenta perfecta. En otras palabras: cien por ciento recomendada.

Continuum

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