Especial para Cambio Político
Misión: Bar & Restaurante Arrecifes |
Sin embargo, cuando la avanzadilla de los sacrificados exploradores llegó al lugar en cuestión, comprobó con horror que el lugar estaba de bote en bote, por lo que tuvo que poner en marcha su operativo de emergencia. Rápidamente, los GPS mentales comprobaron que el lugar más cercano era Arrecife, que ya gozaba de alerta verde producto de una prepatrulla, así que nuestros héroes se dirigieron raudos a su nueva meta.
Para más señas, Arrecife queda a cien metros al este de la iglesia de Sabanilla, aunque la mejor referencia es decir «adonde era la Choza del Indio», en apego al sistema de orientación tico. El lugar se ha reciclado como marisquería, y para la pequeña burguesía cantinesca tiene la ventaja de contar con un amplio parqueo.
El menú del lugar es amplio y no está limitado a mariscos. Además, no sólo en la parte de bocas hay comida patrullable, en otros apartados, como el de las sopas, se pueden degustar esos platillos que hacen las delicias de los sibaritas del tenedor.
Resultados: la sopa arrecife, a pesar de tener el nombre del lugar, no fue nada del otro mundo, por culpa de tener pescado viejo, qué lástima; el chifrito (otro lugar que le cambió de nombre) estaba bien bueno, fue de las estrellas de la velada; hay chalupa de chicharrón, toda una originalidad, buena en sabor pero con demasiado zacate; camarones en salsa de coctel, con un buen montonón de camarones y una buena salsa, cuesta encontrar que le sirvan a uno este tipo de salsa; torta de mariscos, este Cronista aún suspira nada más de recordarse el olor, pero otra vez se la pelaron, como que se les olvidó la sal; carnitas mejicanas, aprobadas; frijoles molidos, también pasaron la prueba a pesar de venir un poco aguados; arroz con pollo, bueno, pero aquí le echaron toda la sal que se les olvidó en la torta; camarones empanizados, haciéndole el honor a que el lugar es marisquería, también muy buenos; chicharrones, superabundantes pero con demasiada grasa aún para los estándares patrullescos; burrito de carne, grande bueno y hasta se puede decir que venía «al dente»; y una recomendación superespecial, la hamburguesa, grandota y carnuda, hay gente que llega la almuerzo y con una de éstas sale del susto.
Moraleja: si vosotros decidís salir a embriagaros, sed conscientes de que la taberna que buscáis puede estar llena, procurad siempre tener una alternativa y una alternativa a la alternativa, pues con todo y todo que Arrecife es un buen lugar, hubo que desalojar a las 8:30 pm, pues comenzaba música en vivo, y un patrullero que se precie de tal, toma y come tertuliando, sin escándalos. Sólo hay que tomar nota que las malas prácticas se dan sólo jueves y viernes, el resto de la semana está la pista libre.
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