Música: Desde el África, canciones del pueblo Masai

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El pueblo Masai constituye una orgullosa tribu guerrera que todavía mantiene una cultura en la cual el poder de un hombre se cifra en el número de animales que posee. Famosos por su independencia y destreza en el uso de las armas, especialmente sus largas y afiladas lanzas de caza, su estilo de vida se está viendo amenazado por la creciente presión estatal para que se establezcan y cultiven la tierra.

Canciones del pueblo Masai

Estimados en unos 883.000 individuos, son una tribu indígena de África situados principalmente en el sur de Kenia y el norte de Tanzania. Viven a lo largo del Gran Valle del Rift en tierras áridas.

Los Masai, una de las poblaciones negras más antiguas de África, es una tribu que alcanzó su mayor esplendor en el siglo XIX, ya que ejercían un importante poder en la zona. Eran temidos debido a que dominaban el resto de los pueblos del este del continente; tenían los mejores pastos y practicaban sin resistencia el rapto y robo de ganado. Pero los enfrentamientos con las tribus vecinas y las fuertes sequías debilitaron su poder. Además, este pueblo se enfrentó a otro problema: con la colonización británica de África a principios del siglo XX comenzó la presión para que abandonase su tradicional forma de vida, y además el gobierno británico adquirió enormes superficies de su territorio, lo que hizo más difícil su pervivencia. Por otra parte, la peste bovina, traída por los ingleses, afectó y causó la muerte de su ganado. Más tarde Kenia y Tanzania intentaron que abandonasen el pastoreo y se integraran en la cultura de sus respectivos países como agricultores. En la actualidad siguen al margen de reglamentos, leyes o mandatos oficiales que modifiquen sus costumbres, les prohíban ser guerreros o les obliguen a pagar impuestos.

Los Masai se han esforzado por mantener vivas sus tradiciones en un mundo cambiante y cada vez más globalizado y uniformado. En primer lugar, luchan por sobrevivir manteniendo sus rasgos culturales propios, aislándose de las zonas más invadidas por la industria del turismo. Es por ello por lo que viven en campamentos formados por casas que no superan el metro y medio de altura construidas con excrementos de vaca y paja. En cuanto a la alimentación, rechazan también los productos de la tierra cultivados como fuente alimenticia, ya que desprecian la agricultura, que para ellos es impura. Los masais llevan una alimentación sencilla que consiste en mantequilla, carne de cabras y antílopes, leche de las vacas y sangre que extraen de éstas de forma arcaica. Hacen un pequeño orificio en la yugular del animal, recogen la sangre y tapan la herida con guano (es el nombre que se le da a los excrementos de murciélagos y aves marinas cuando éstos se acumulan) para evitar que el animal se desangre. Esta sangre es mezclada con la leche. A un occidental le puede resultar desagradable, pero se dice que la alimentación y la tradición medicinal de la tribu han conseguido que algunos Masais hayan llegado a alcanzar los cien años, algo impensable en países del este de África donde la esperanza de vida no llega a los cincuenta años.

Los masais no cazan para comer, tan solo lo hacen los guerreros como parte de su entrenamiento. Está mal visto entre ellos comer carne de caza, lo ven como un símbolo de pobreza, ya que al ser un pueblo ganadero tienen vacas y sobre todo cabras y ovejas para consumir carne. Tan solo los ancianos pueden comer carne de caza, y un clan determinado, el más pobre de los Masai. Las especies más difíciles de cazar para un Masai son las jirafas y los avestruces, por su gran velocidad, y una de las más fáciles, los búfalos solitarios, ya que al cazar en grupo los rodean y no les dan muchas opciones. Sin embargo, si por algo son famosos es por su caza ceremonial del león. Como parte de proceso vital, los guerreros (siempre varones) han de enfrentarse al menos una vez a un león para convertirse en adultos. En estas cacerías los guerreros se dividen en parejas, eligiendo a su mejor amigo, a quien pueden confiarle su vida. Recorren gran parte de su territorio hasta localizar el rastro de un macho y acercarse a él. Hay dos guerreros que logran mayor protagonismo, el que reúne valor suficiente para acercarse al león sin estar herido y hacer la primera sangre, y el que consigue cortarle la cola estando aún vivo. Al primero le corresponde quedarse la melena como trofeo, al segundo la cola, y ambos pasarán a formar parte del consejo del clan una vez terminado su período de guerrero. Tras la cacería regresan al poblado formando una fila, yendo en cabeza el guerrero que ha conseguido la melena y cerrando el grupo el de la cola. Si van haciendo zigzag y cantando es que nadie ha resultado muerto, y al verles desde lejos, en el poblado preparan una gran fiesta. Si alguno de ellos ha muerto, van en línea recta y sin cantar, y no hay celebración.

Bailes, danza y música

Los Masai tienen por costumbre bailar y cantar todos juntos para celebrar cualquier evento en sus vidas. Realizan danzas a la lluvia, bailan en las bodas, en las celebraciones en las que un niño se convierte en adulto… todo ello acompañado de cantos y ritmos muy típicos. Son famosos y muy conocidos por un baile en el que saltan y cantan.

Aquí dejamos un ejemplo de esta producción musical.

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