En la prensa de aquella época se había publicado que los abisinios, si la lucha se entablase, utilizarían como arma de guerra los leones que por allí se crían, y que excitados en momento oportuno, lanzarían contra los italianos.
El poeta Estrada, tratando de poner al Ingeniero Truque en un gran apuro, le dice, a todo pulmón, para que lo oyeran todos: —»Bre, Truque: ¿qué haríamos los costarricenses, carentes de leones y de armas, para defender nuestras fronteras?». Y el devotísimo ingeniero, al punto le replicó:
—»CON LANZAR CIEN MIL TOROS GUANACASTECOS CONTRA EL INVASOR, ESTARIAMOS SALVADOS»…