Pero cuál no sería la sorpresa cuando al final de la jornada, las papeletas independientes habían sacado todos los diputados de la provincia y el Gobierno ninguno. Por primera vez en la historia política de Costa Rica se presentaba el caso curioso en que el gobierno perdía una elección.
Tiempo después, ya enfermo don Cleto, y siendo gobernante don León Cortés, llegó el Licenciado Chacón Jinesta a su casa, acompañado del Licenciado don Juan Rafael Arias, a indagar por su salud. Fué entonces, cuando don Hernán, se permitió decirle al gran patricio, —enalteciendo su obra de gran repúblico—, que tuviera presente que pasaría a la historia como el único gobernante que había perdido su elección de medio período, porque prefirió que su pueblo eligiera libremente a sus diputados. Y por último, ya para terminar con tan interesante conversación amistosa, el Licenciado Chacón Jinesta, le dice:
—»Don Cleto: el odio que a mí se me tiene en Alajuela, fué la causa de esa derrota».
Y el Benemérito de la Patria, el enorme don Cleto, sin inmutarse, con toda serenidad y con su hablar pausado, le contesta:
—»NO, MI AMIGO, EL ODIADO SOY YO».