El Presidente de la mesa receptora de votos de un lugar apartado de la República, al presentarse a votar el ciudadano Rafael Canuto González, le sorprende que en el padrón electoral aparece con el nombre de Rafael Canuto González, y en la cédula de votación figura con el nombre de Rafael González.
Se presenta la duda. El Presidente de la mesa eleva el asunto en consulta al señor Presidente de la República.
El Secretario de la Presidencia recibe el telegrama y se lo muestra a don Ricardo. La respuesta no se hace esperar, y el Presidente de la mesa receptora de votos recibe la siguiente orden presidencial:
—»DIGALE AL VOTANTE QUE SE QUITE EL CANUTO Y RECIBALE EL VOTO».