El interés superior frente al espectáculo electoral

La instrumentalización de las personas menores de edad es violencia política

Rodolfo Vicente Salazar

Rodolfo Vicente

En los últimos días, ha circulado un video de carácter privado donde la hija de un candidato presidencial expresa opiniones críticas sobre el acontecer nacional. Lo que debería ser celebrado como un ejercicio saludable de la libertad de expresión y el pensamiento crítico —pilares de la formación ciudadana— se ha convertido en una herramienta de guerra sucia.

Este fenómeno no solo es éticamente reprochable; es una violación flagrante a las garantías judiciales y humanas que protegen a las personas menores de edad.

1. El derecho a la participación y la opinión

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) es clara en su Artículo 12: los Estados deben garantizar que el niño o niña que esté en condiciones de formarse un juicio propio tenga el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que le afectan.

Que una niña de 8 años desarrolle una perspectiva crítica es el resultado de una formación democrática exitosa. Sin embargo, este derecho se ve vulnerado cuando dicha opinión es extraída de un ámbito de intimidad y confianza para ser lanzada al escrutinio público con el fin de dañar la imagen de sus progenitores.

2. Violación de la intimidad y el honor

Tanto el Código de la Niñez y la Adolescencia como la CDN establecen que ningún menor de edad será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia o su domicilio.

  • La fiesta privada: Al ser un evento no público, la difusión del material constituye una ruptura del derecho a la imagen.
  • Fines electoreros: Utilizar la voz de una persona menor de edad para incidir en la intención de voto es una forma de violencia política simbólica. Se utiliza a la niña como un objeto de ataque, ignorando su condición de sujeto de derechos.

3. El deber de los actores políticos y la sociedad

Desde la ciencia política, observamos con preocupación cómo la erosión de los límites éticos en la campaña digital degrada la democracia. Cuando los partidos o grupos de presión instrumentalizan a las familias de los candidatos, están enviando un mensaje peligroso: nada es sagrado, ni siquiera la protección de las niñas, niños y personas adolescentes.

Resumen de garantías vulneradas

Derecho vulnerado Base legal Implicación
Derecho a la Imagen Código de niñez y adolescencia Difusión sin consentimiento de un espacio privado.
Interés Superior Artículo 3, CDN Se antepone el beneficio político al bienestar emocional de la niña.
Protección contra la Injerencia Artículo 16, CDN Ataque arbitrario al honor y la reputación familiar.

Conclusión

Hago un llamado enérgico a las autoridades electorales, administrativas y judiciales para que intervengan de oficio. La política debe ser un debate de ideas, no un paredón donde se fusila la privacidad de los hijos e hijas de quienes aspiran a cargos públicos.

La crítica de una joven es un ejercicio de su ciudadanía; su difusión maliciosa es un delito contra su integridad.

Abogado y Notario
Especialista en Justicia y políticas públicas de personas menores de edad
Especialista en Ordenamiento Jurídico de niñas, niños y personas adolescentes
Máster en DDHH y Educación para la Paz
Académico jubilado de la Universidad Nacional (INEINA)

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