Destinos del mundo sorprendentes

La Habana vieja │ Cuba

Al aterrizar en La Habana se tiene la impresión de haber llegado a una ciudad en reconstrucción. El deterioro de las calles mordidas por el paso del tiempo, la amenaza de ruina de bellas e inmensas mansiones, los coches antiguos, los muchachos reunidos junto al Malecón … todo forma una atrayente atmósfera difícil de definir, que de inmediato hace posible el disfrute de la belleza de la ciudad más allá de las heridas causadas por las restricciones.

La Habana Vieja es un enjambre bullicioso que se pega en el alma de quien la visita. Bellos mulatos, rasgos diversos, ancianos de apacible sonrisa, pillos en busca del turista, escolares sonrientes … forman un crisol de colores que habla de una identidad forjada a base de pacíficos mestizajes. Es La Habana Vieja una joya colonial. dueña y señora de la bahía y de las fortalezas que la protegen.

Se trata de uno de los núcleos coloniales más amplios de América Latina, con más de 300 edificios de alto valor histórico y cultural, por lo que la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1982.

Comprende el centro fundacional y el casco urbano inicial que encerraba la muralla de la ciudad. Un paseo a pie por este barrio nos revelará edificios francamente descuidados a los que aún no ha llegado la piqueta reparadora. No obstante, gracias a subvenciones de organismos internacionales y del propio Estado cubano, se está haciendo un importante esfuerzo restaurador para que el corazón habanero pueda lucir algún día en todo su esplendor.

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