Plaza de Naghsh-i Jahan │ Isfahán, Irán
La plaza es un espacio impresionante por sus dimensiones y su simetría, enmarcada por singulares construcciones y un gran estanque central. El palacio de Ali Qapu, residencia real de fines del siglo xvi; la mezquita del jeque Lotf Allah, cubierta de intrincados azulejos, o la monumental entrada al bazar son algunas de las piedras que coronan esta joya arquitectónica.
En el lado sur de la plaza destaca especialmente la mezquita del Imán, terminada a principios del xvii, en uno de los momentos de mayor esplendor de la dinastía safávida, bajo el reinado del Shah Abbas. Las entradas al complejo -que incluye madraza-y la mezquita no están alineadas, debido a la obligación de orientar la mezquita a La Meca. El atractivo de la vista exterior se incrementa de noche, con las luces del templo reflejándose en el agua.
Considerada la obra maestra de la arquitectura persa y bien conservada, la decoración de azulejos en los alminares y la cúpula, tanto externa como interna, es abrumadora, con mosaicos e inscripciones caligráficas en variados colores.
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