JoseSo (José Solano-Saborío)
Si algo bueno me ha dejado mi participación en la política, tanto electoral y como analista, es conocer gente muy valiosa y que me pueda preciar de considerar amigos. El caso de Mario Quirós, del cual me declaro ‘fan’ de sus análisis políticos, es uno de ellos, más porque coincidimos en una etapa en la que tomé decisiones políticas personales muy importantes. A propósito de su análisis “Lo que deja la elección de diputaciones del PPSO”, me permito hacer algunos humildes apuntes.
Si bien su análisis plantea muchos aciertos en la identificación del personalismo como eje del capital político oficialista, me atrevo a incluir elementos que matizan –y que considero importantes– sus proyecciones.
1. Procedencia partidaria y ruptura narrativa
- La lista de candidaturas incluye figuras con trayectorias visibles en partidos como Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana o PAC, así como alcaldes en ejercicio. Esto contradice el relato original de ruptura con las élites políticas tradicionales y debilita la coherencia de la “oferta diferenciada” que el análisis da por consolidada.
- A nivel de simbolismo político, la reiterada incorporación de perfiles provenientes de esos partidos erosiona el eje transversal del discurso oficialista y refuerza percepciones de reciclaje político.
2. Tensiones internas y exclusión de liderazgos emergentes
- Mario menciona “frustraciones internas” pero yo veo necesario profundizar en su origen estructural: el desplazamiento de líderes territoriales, influencers y vocerías comunitarias que formaron parte de la primera ola de apoyo, en favor de cuadros burocráticos cercanos al Ejecutivo.
- Esta sustitución no solo reduce diversidad de mensajes; también mina redes orgánicas de movilización que no dependen exclusivamente del Presidente.
3. Dependencia crítica del “efecto Chaves”
- El diagnóstico reconoce el personalismo como fortaleza y vulnerabilidad, pero me permito explorar más los escenarios de desgaste acelerado de imagen ni cómo esto afectaría la transferencia de apoyo a otras figuras.
- La ausencia de proyectos legislativos territoriales o vocerías sectoriales propias limita la resiliencia electoral ante eventual pérdida de capital simbólico.
4. Proyecciones ¿conocés datos ineditos?
- No me atrevo a afirmar que la definición de candidaturas “consolida la base más leal” pues carezco de respaldo en datos duros: no tengo a mano encuestas recientes desagregadas por provincia ni estudios internos transparentados que lo validen.
- El impacto real en intención de voto sigue siendo una hipótesis; sin datos duros, la afirmación queda en el terreno de la percepción.
5. Coherencia estratégica, no estoy convencido
- La renuncia explícita a diversificar apoyos contradice la lógica de expansión necesaria para pasar de “fuerza sorpresa” a “continuidad”.
- La estrategia descrita es de riesgo alto: si el núcleo duro no crece y existe fuga por incoherencia narrativa, el margen electoral se estrecha de manera crítica.
En síntesis: El oficialismo enfrenta un dilema no menor: sostener el relato de ruptura mientras se blinda con cuadros del sistema que decía combatir. Esta tensión, sumada al desplazamiento de liderazgos orgánicos y a la falta de datos que respalden las proyecciones optimistas, abre un flanco de vulnerabilidad discursiva y organizativa que la oposición podría explotar con facilidad.