Rocas de Moeraki
Una de las maravillas naturales más increíbles de Nueva Zelanda, las rocas de Moeraki son un espectáculo digno de contemplar.
Información esencial | Visitelas durante la marea baja para apreciar el tamaño completo de las rocas. |
Localización | Hampden, Isla sur, Nueva Zelandia |
Zona de tiempo | UTC+12 |
Sabía que… | Las rocas de Moeraki una reserva científica protegida desde 1971. |
Moneda | Dólar neozelandés |
Estas piedras gigantes, que emergen de la costa arenosa de Otago, tienen un carácter mítico. Algunas permanecen medio ocultas por la arena, mientras que otras están casi totalmente expuestas, pero todas ellas presentan la misma superficie de color gris, que recuerda al caparazón de una tortuga.
Estas hermosas rocas siempre han sido objeto de interés e intriga. Según la tradición maorí, son los únicos restos de Arai-te-uru, una canoa legendaria (waka) que se topó con una feroz tormenta en Shag Point, también conocido como Matakaea, y volcó. Se dice que las cestas de anguilas, las calabazas y las kumaras del naufragio llegaron a la orilla y, con el tiempo, formaron las grandes rocas. Hoy en día, los maoríes que hablan de las formaciones rocosas siguen refiriéndose a ellas como «cestas de anguilas», «caramelos gigantes», «cálculos biliares de hooligans», «cerebros de extraterrestres» o «bolas de boliche de gigantes».
Si bien la leyenda aumenta el misticismo de Moeraki, la verdad es igual de fascinante. Gracias a exhaustivas pruebas y análisis detallados, los científicos creen que las rocas son, en realidad, concreciones de calcita que se formaron en el antiguo lecho marino hace unos 65 millones de años, durante el importante período geológico conocido como el Paleoceno. Según los expertos, estas inusuales piedras con forma de globo crecieron durante más de cuatro millones de años y quedaron enterradas bajo 50 metros de lodo marino. Luego, a lo largo de millones de años, las olas del mar erosionaron gradualmente el lodo para revelar los tesoros esféricos enterrados en su interior. Incluso hoy en día, todavía hay rocas ocultas en la roca arcillosa, que eventualmente serán reveladas.
Para los visitantes que deseen echar un vistazo a las rocas de Moeraki, se puede llegar fácilmente a la playa de Koekohe por carretera. Los que viajen desde el norte de la isla pueden tomar una ruta panorámica de 30 minutos desde Oamaru. Por su parte, los que se aventuren desde el sur de la isla pueden dirigirse a la autopista estatal 1 desde Dunedin, que ofrece unas fantásticas vistas de la costa. Desde la playa de Koekohe hay dos rutas disponibles para llegar a las rocas: el sendero forestal señalizado y gratuito o la pasarela de pago.
Aquellos que deseen disfrutar de unas vistas perfectas deben dirigirse a la playa a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando la luz del sol proyecta su resplandor dorado sobre las rocas. Sin embargo, el tiempo tormentoso y nublado también ofrece unas vistas espectaculares y evocadoras, aunque hay que advertir a los viajeros que esta sección de la costa está expuesta y que los cambios de marea y las olas traicioneras pueden ser peligrosos.
Después de visitar las rocas, un pequeño desvío de entre 10 y 15 minutos hacia el sur lleva a los viajeros a Katiki Point, el extremo sur de la península de Moeraki, donde pueden contemplar el histórico faro de Katiki Point y avistar pingüinos de ojos amarillos y lobos marinos, especies en peligro de extinción.
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