Monte Saint-Michel
Suba a las alturas celestiales del emblemático monte santo costero de Francia
Información esencial | Revise las horas de las mareas si camina el perímetro de la isla, debido a que el agua sube con rapidez |
Localización | Normandía, Francia |
Zona de tiempo | UTC+1 |
Sabía que… | La población del Mont Saint-Michel es de aproximadamente 23-30 habitantes |
Moneda | Euro |
A lo largo de los siglos siguientes, la abadía creció en riqueza e importancia y su iglesia románica se amplió, con su crucero recargado en la cima del monte. Se excavaron criptas y capillas en la roca para permitir que la estructura se mantuviera en pie, mientras que una aldea para atender las necesidades de los monjes llenaba todos los espacios libres de la isla. Los peregrinos acudían en masa a la abadía a pesar de la amenaza constante de guerra al otro lado del Canal de la Mancha, tal vez tranquilizados por los fuertes muros que resistieron varios asedios durante la Guerra de los Cien Años. Esos mismos muros mantuvieron a la gente dentro durante la vida posterior del monte, cuando se convirtió en una prisión en el siglo XIX.
La fabulosa arquitectura del Mont-Saint-Michel y su impresionante ubicación frente a la costa normanda lo convierten en un popular destino turístico, con cerca de tres millones de personas explorando sus rincones cada año. Los diseñadores medievales no la construyeron pensando en los visitantes modernos, por lo que el empinado y estrecho camino empedrado y las innumerables escaleras que conducen a la abadía pueden quemarle los muslos. Tómese un respiro de la subida haciendo una parada para explorar las murallas, en particular la Terrasse de l’Ouest, con maravillosas vistas de la bahía, y la iglesia parroquial de Saint-Pierre. Reponga fuerzas para la subida en La Mere Poulard, donde las tortillas son supuestamente las mejores del mundo.
La popularidad de la grandeza medieval del monte tiene un precio. Los aparcamientos para visitantes se han trasladado a más de dos kilómetros de la isla para preservar al máximo el paisaje, mientras que los estrechos senderos pueden llegar a abarrotarse. Sin embargo, lo peor de la congestión puede evitarse pernoctando en uno de los hoteles de la isla o en los alrededores. Los madrugadores no sólo comparten el Mont-Saint-Michel con otros pocos turistas, sino que también se benefician de la mejor luz para tomar el tipo de fotos que hacen vibrar lnstagram. El mágico Mont-Saint-Michel conserva el aura de la Edad Media, tanto si se enfrenta a las multitudes como si busca las horas más tranquilas.
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