defendía con ardor y entusiasmo. Fue de los que marcaron rumbos al periodismo nacional.
En una acalorada sesión del Congreso Constitucional (hoy Asamblea Legislativa), en tiempos que este recordado periodista era diputado, y por cierto de los mejores diputados de aquella época, se manifestaba uno de los más exaltados, y en medio de la gritería horrorosa, su voz tronaba solicitando a la Mesa la palabra. Por aquél tiempo don Leónidas era muy rubicundo y tenía el rostro congestionado y con algunos granos.
Uno de la barra, al escuchar a Briceño que insistentemente decía:
—“¡Pido la palabra! ¡¡Pido la palabra!! ¡¡¡Pido la palabraaaa!!!. Le gritó a todo pulmón:
—“¡¡Pida usted mejor zarzaparrilla!!”
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.