—“Hombre, podría platicar con el señor Presidente de la República. ¿No estará muy ocupado?”.
Don Santos, con aquella sencillez que lo caracterizaba y fijando su mirada en el rostro de aquél campesino de alma blanca y de corazón noble, le responde:
—“¡Con él habla, mi amigo!” …
(La desconfianza del visitante se hizo tan visible, que el policía de servicio de la Casa Presidencial tuvo que intervenir para decirle que el Ingeniero León Herrera era el propio Presidente).
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.