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Por Miriam Widman (dpa)
Berlín, 22 feb (dpa) – La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), considerada durante mucho tiempo como un partido solo del este de Alemania, está a punto de lograr importantes avances en el oeste en las elecciones parlamentarias de este domingo, dicen sus líderes.
Un sondeo del instituto demoscópico YouGov publicado este jueves les da la razón. Los datos muestran que la AfD, que es calificada por el servicio de inteligencia interior alemán como un grupo sospechoso de extrema derecha, parece que incluso puede duplicar los apoyos que alcanzó en el oeste del país en las últimas elecciones generales.
En 2021, obtuvo entre un mínimo del 5 % en Hamburgo y un máximo del 10 % en el pequeño estado federado del Sarre. Para la votación del domingo, YouGov ve una horquilla de entre el 12 % en Hamburgo y Bremen hasta el 21 % en el estado suroccidental de Baden-Wurtemberg, donde hace solo cuatro años la AfD se situó en el 9,6 %.
«Podríamos superar la barrera del 10 %», declaró Robert Offermann, portavoz de la AfD en Hamburgo. El partido obtuvo el 5,3 % de los votos en la ciudad portuaria norteña en 2021.
El ascenso de la AfD preocupa a muchos alemanes, como demuestran las recientes manifestaciones masivas en contra de cooperar con ella.
Pero sus líderes afirman que están ganando terreno gracias a su lucha contra la inmigración ilegal, y tras una serie de ataques mortales perpetrados por migrantes en Magdeburgo, Aschaffenburg y Múnich, aunque en al menos dos de los incidentes los sospechosos se encontraban legalmente en el país.
Aparte de las cuestiones de seguridad, la mala situación económica de Alemania también está ayudando al partido de extrema derecha. «Hace cinco años eran sobre todo jubilados, pero ahora tenemos mucha gente más joven», dijo a dpa Kurt Kleinschmidt, presidente de AfD en Schleswig-Holstein, el estado federado más septentrional de Alemania.
«La economía se está yendo por el desagüe», dijo. La gente «siente que tiene que hacer algo», añadió, señalando que los miembros de AfD en Schleswig-Holstein pasaron de 743 en 2022 a 1.500 actualmente.
Conrad Ziller, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Duisburg-Essen, dice que las soluciones a menudo simples que ofrece la AfD atraen a algunas personas en estos tiempos difíciles.
«Las personas inseguras y emocionales son receptivas a soluciones simples», dijo a dpa. La narrativa anti-élite de la AfD también atrae a personas que sienten que están siendo dejadas atrás, dice.
Esa es una de las razones por las que Ziller y otros argumentan que el partido es tan popular en el este, donde la encuesta de YouGov ve a la AfD a la cabeza en los cinco estados federados con porcentajes de voto que van del 29 % en Brandeburgo hasta el 37 % en Sajonia.
«La AfD es la venganza de Alemania del Este contra la del Oeste, a la que se culpa de todas las convulsiones posteriores a 1990», dijo el profesor de sociología Detlev Claussen a la revista «Internationale Politik» el año pasado, tras el rotundo éxito de la AfD en las elecciones regionales del este de Alemania en Sajonia y Turingia.
En su opinión, es el resultado del «resentimiento contra el Oeste» por la forma en que se llevó a cabo la reunificación alemana. Para muchos alemanes del este, la fusión de las dos Alemanias en 1990 fue más una expropiación.
«En el Este, la AfD ha capitalizado con éxito la historia de la antigua Alemania del Este… incluso entre los jóvenes que no tienen un recuerdo directo de la antigua Alemania del Este», afirma Ziller.
La AfD se formó en febrero de 2013 -solo siete meses antes de las elecciones generales- y su razón de ser en aquel momento era el euro. Los fundadores del partido criticaban la eurozona, en la que 20 miembros de la Unión Europea (UE) compartían una moneda común, sobre todo porque la UE estaba inmersa en la crisis de la deuda griega.
«En 2013, la AfD era, por tanto, lo que algunos llaman un partido monotemático», señala un análisis del instituto de investigación económica Ifo, con sede en Múnich. En las elecciones de ese año, el partido no alcanzó el 5 % necesario para entrar en el Parlamento, pero solo por un 0,3 %.
Después de eso, las prioridades de la AfD se ampliaron, aunque su «enfoque fiscal se mantuvo», dijo el instituto. En 2014 obtuvo siete escaños en el Parlamento Europeo.
El foco central del partido pasó a ser una plataforma antiinmigración después de que Alemania empezara a acoger a cerca de un millón de inmigrantes en 2015, según cifras oficiales. A ello contribuyó el temor, sobre todo entre los hombres de clase trabajadora, a ser invadidos por la inmigración.
En las elecciones generales de 2017, la AfD obtuvo el 12,6 % de los
votos y se convirtió en el tercer partido más grande del Parlamento. Aunque le fue muy bien en el este de Alemania, también superó la media nacional en varios distritos de Alemania occidental, señaló Ifo.
«El corazón de la AfD es Alemania del Este», escribió Ifo, pero «la AfD no es solo un fenómeno del este». Aunque el partido experimentó un notable crecimiento en 2017, para cuando llegó 2021, la pandemia de coronavirus y no la inmigración fue el foco principal, con la AfD haciendo campaña en una posición antivacunas.
«Esa es una de las razones por las que perdimos terreno», dijo a dpa Robin Classen, portavoz del partido en el estado federado occidental de Renania-Palatinado.
Pero para estas elecciones, se espera que una combinación de sentimiento antiinmigración, los recientes atentados, una mala economía y actitudes contrarias al llamado «establishment» invierta con creces las pérdidas registradas la última vez.
Esto no significa que la AfD vaya a entrar pronto en el Gobierno. Dado que los principales partidos -incluidos los conservadores, que se espera que ganen las elecciones- han descartado trabajar con la extrema derecha, el partido se convertirá en el mayor bloque de la oposición, según las encuestas.
Sin embargo, la AfD parece dispuesta a lograr el mejor resultado de un partido de extrema derecha en la historia de Alemania tras el nazismo, y ya ha puesto sus ojos en las elecciones de 2029.
