Se representaba en el Teatro Trébol una obra en la que el barítono Quirós tenía a su cargo el papel de pordiosero. Esa noche, al vestirse de prisa se olvidó quitarse del dedo un anillo de brillantes. Al exclamar en una escena:
—“¡Ay Dios mío! ¡Me muero de hambre!”… Salustio Quirós Carrillo, un bohemio galante, que gozaba de una riqueza humorística envidiable, y que se había fijado en el anillo, le grita al barítono Quirós, en voz alta:
—“Empeña el anillo Quirós”…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujos de Noé Solano. Usado con autorización.