Resumen Latinoamericano
Dos ex agentes del Mossad han revelado detalles sobre explosiones de miles de buscapersonas y walkie-talkies de Hezbolá en el Líbano.
En una entrevista con el programa 60 Minutes de CBS, Michael, usando máscaras y nombres falsos, Michael reveló que Hezbolá adquirió más de 16 000 walkie-talkies, algunos de los cuales fueron utilizados contra ellos mismos el 18 de septiembre.
El trabajo para convertir estos dispositivos en armas comenzó hace más de una década. “El walkie-talkie era un arma, igual que una bala, un misil o un mortero”, explicó Michael, quien lideró el complot durante años. Las baterías, fabricadas en una instalación del Mossad en Israel, incluían un dispositivo explosivo, añadió.
Para engañar a Hezbolá y que compraran los walkie-talkies, Israel creó empresas fachadas que se infiltraron en la cadena de suministro, vendiendo los dispositivos a un precio que no levantara sospechas, explicó.
Gabriel, otro exagente del Mossad, explicó que en 2022 comenzaron a desarrollar localizadores con trampas explosivas para ser usados por miembros de Hezbolá. Utilizaron empresas fachada, incluida una en Hungría, para engañar a Gold Apollo, una empresa taiwanesa de la que Hezbolá compraba localizadores.
El Mossad fabricó completamente los dispositivos y tenía una asociación de licencias con Gold Apollo. También utilizó anuncios falsos en YouTube y testimonios en línea para promover los localizadores “pesados”.
Gabriel señaló que la campaña publicitaria afirmaba que los localizadores “se convirtieron en el mejor producto en el área de búsqueda del mundo”. “Cuando nos compran, no tienen ni idea de que están comprando del Mossad. Hacemos como en el ‘Truman Show’, todo está controlado por nosotros detrás de escena”, dijo Gabriel.
Incluso contrataron a la vendedora de Gold Apollo con la que Hezbolá solía trabajar, sin que ella supiera que estaba colaborando con el Mossad. Según Gabriel, la vendedora ofreció el primer lote de localizadores al movimiento de Resistencia como una mejora gratuita.
Michael afirmó que se están gestando nuevos complots similares. “No podemos volver a usar los localizadores porque ya lo hicimos. Ya hemos pasado a lo siguiente. Y tendrán que seguir tratando de adivinar cuál será la siguiente cosa”, agregó.
El jefe del Mossad, Dadi Barnea, dio luz verde para activar las bombas durmientes cuando Hezbolá comenzó a sospechar de los localizadores, lo que provocó las explosiones del 17 de septiembre. Se informó que unas 30 personas murieron, incluidos niños, y alrededor de 3,000 resultaron heridas en los dos ataques, parte de la agresión mortal del régimen israelí contra el Líbano.
Al día siguiente, el Mossad activó los walkie-talkies que habían estado inactivos durante una década, algunos de los cuales explotaron en los funerales de las víctimas de las explosiones de los localizadores.
Las Naciones Unidas y muchos otros países en todo el mundo han condenado el ataque, tachándolo de inaceptable por su impacto masivo sobre los civiles inocentes.
Fuente: Al Mayadeen