Diciembre 23, 2024
Por Corresponsal de IPS
AMMAN – La Oficina de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha) pidió nuevamente este lunes 23 “romper el ciclo de la violencia” en Gaza, horas después de que un nuevo ataque aéreo israelí causó la muerte de al menos 20 personas en un colegio y una tienda que servían de refugios a civiles.
Tom Fletcher, coordinador de la Ocha y de gira por la región, dijo en esta capital que “la violencia ha dejado a los civiles de Gaza sin ningún lugar seguro. Escuelas, hospitales e infraestructuras civiles han quedado reducidas a escombros”.
Expuso que el norte de la Franja de Gaza “lleva casi dos meses bajo un asedio casi total, lo que hace temer una hambruna, y el sur está extremadamente superpoblado, lo que crea condiciones de vida horribles y necesidades humanitarias aún mayores a medida que se acerca el invierno”.
Los ataques aéreos israelíes “continúan en zonas densamente pobladas, incluso en zonas a las que las fuerzas israelíes han ordenado a la gente que se traslade, lo que causa destrucción, desplazamientos y muerte”, afirmó.
Dijo que en Ocha “nos enfrentamos a lugares difíciles para brindar ayuda humanitaria, pero Gaza es actualmente el más peligroso, en un año en el que han muerto más trabajadores humanitarios (178 hasta noviembre) que en ningún otro”.
“Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que defienda el derecho internacional humanitario, exija la protección de todos los civiles, insista en que Hamás libere a todos los rehenes, defienda la labor vital de Unrwa (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos) y rompa el ciclo de violencia”, agregó Fletcher.
El conflicto en la palestina Franja de Gaza (365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes) se desató después de que el 7 de octubre de 2023 la milicia islamista Hamas atacó el sur israelí y causó la muerte de unas 200 personas, heridas a varios miles y capturó a 250 rehenes.
Israel respondió con una ofensiva militar que ha causado la muerte de más 45 300 palestinos -altos porcentajes de niños y mujeres- y heridas a más de 107 000; se han destruido la mayoría de las viviendas e instalaciones de servicios, y la población gazatí se ha visto forzada a desplazarse constantemente dentro de la Franja.
Hasta el 17 de diciembre 80 % de Gaza estaba bajo órdenes de evacuación dictadas por Israel -con el objetivo de atacar dichas zonas- pero aún así se registran bombardeos en áreas consideras como seguras para el refugio de los civiles.
Ocha calcula que 1,9 millones de personas han debido desplazarse de sus hogares en busca de algún lugar seguro donde permanecer. Algunas familias han debido desplazarse hasta 10 veces.
La ayuda humanitaria guiada por la Unrwa y otras agencias ha accedido con suma dificultad y de modo intermitente e insuficiente para socorrer a la población palestina, asediada no solo por las bombas y disparos sino también por la sed, hambre, falta de auxilios médicos y, con la llegada del invierno, por el frío.
También se ha roto el orden público y ha surgido el saqueo armado de los cargamentos con suministros vitales, por pandillas que operan en la Franja.
Israel impide el acceso de la ayuda a las zonas a las que pone sitio. Por ejemplo, entre el 1 y el 16 de diciembre el personal de la ONU trató 40 veces de llegar a las poblaciones de Jabalia, Beit Lahgiya y Beit Hanoun, en el norte de la Franja, y fue rechazado 38 veces y obstaculizado las otras dos.
Entretanto, en el frente político y diplomático continúan las negociaciones con la participación de Estados Unidos y algunos países árabes, para una pausa en los combates que permita v la liberación de rehenes israelíes y de otras nacionalidades que aún están en poder de Hamas, a cambio de prisioneros palestinos.
Medios de prensa israelíes dieron cuenta de que Israel habría accedido a liberar hasta 250 prisioneros palestinos que purgan cadena perpetua u otras largas condenas, a cambio de la liberación de un número aún no establecido de rehenes enfermos, ancianos, mujeres y menores.
A-E/HM