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Los castillos de madera de Inglaterra
Aunque desaparecidos hace tiempo, los primeros castillos de madera demostraron ser una defensa eficaz contra los ataques durante la Edad Media.
LA TORRE de Londres, Dover, Leeds, Kenilworth, Arundel. La mención de estos castillos ingleses evoca imágenes de enormes e imponentes estructuras de piedra que siguen en pie hoy en día, siglos después de su construcción. Sin embargo, los primeros castillos de Inglaterra no eran de piedra, sino de madera. Los castillos de madera solían fortificarse con defensas de tierra, como montículos y fosos.
Una forma popular de construcción de madera era el castillo de motte y patio. Se construía una torre fortificada de madera, conocida como torre del homenaje, sobre un montículo circular de lados empinados y rematado en una placa, llamado motte. Un foso rodeaba el motte. Un patio cerrado, o patio, incluía edificios domésticos como una cocina y establos. (También se construían castillos de piedra en forma de motte y patio).
El castillo de madera en lo alto de la muela, desde el que los defensores disparaban flechas a los intrusos que avanzaban, podía construirse rápidamente y a menudo era prefabricado, de modo que las piezas podían desmontarse y volver a montarse en otro lugar. Los torreones de madera se sustituyeron más tarde por torres de piedra que, aunque eran más difíciles de construir y requerían más tiempo, ofrecían una mayor protección contra los ataques.
