José María Figueres
25 de noviembre 2024
Compañeras y compañeros,
Les escribo para compartir algunas reflexiones sobre los avances obtenidos en la recién celebrada Asamblea Nacional del 23 de este mes. Destaco tres:
- El Partido avanzó en su preparación para la gran batalla que daremos por el rescate de Costa Rica. Ya establecimos las ‘reglas del juego’ para elegir candidaturas y renovar las estructuras del Partido.
- Liberación sigue siendo un ejemplo de democracia, un Partido en el que se puede disentir, se presentan y debaten las ideas con argumentos y al final la mayoría decide.
- Nos toca ahora la importante tarea de renovar nuestras ideas y nuestros planteamientos para resolver los retos de las muchas crisis que agobian a nuestros conciudadanos.
Los retos para avanzar
Las organizaciones, al igual que las personas, normalmente resisten el cambio. Esa reticencia es aún mayor entre los que derivan ciertas ventajas si las cosas siguen sin cambiar. Eso nos ha venido sucediendo en el Partido. Durante mucho tiempo algunos hemos conversado sobre cambios necesarios para que el Partido vuelva a representar los sectores que históricamente nos apoyaron; incluya nuevas causas y grupos sociales; impulse relevos de liderazgo no necesariamente generacionales y simplifique los procesos de elecciones internas. Sin embargo, faltó conducción para pasar de las palabras a la acción. Hacía falta un «socoyón» que nos sacara de la rutina, nos hiciera comprender los riesgos que corremos si no actuamos y que nos impulsara para avanzar con decisión.
Todo comienza con un primer paso
Pensé entonces que mi deber era liderar con el ejemplo. Por eso, el pasado 10 de octubre en una carta dirigida a la Asamblea Nacional, renuncié a mi posición permanente en el Directorio Político Nacional. A esta decisión se unió de inmediato don Antonio Álvarez, y luego don Johnny Araya y don Óscar Arias.
Mi decisión NO significa que dejé de ser liberacionista o que me desentienda de los asuntos del Partido, mucho menos del País. Muy por el contrario, el honor que me otorgaron el Partido y mis compatriotas al elegirme presidente, me dejó con un sentido de responsabilidad que siempre llevaré conmigo.
La Asamblea Nacional del 23 de noviembre
Gracias a la mediación oportuna de un grupo de buenos liberacionistas salimos del atolladero en que estábamos, marcando una diferencia con ésta Asamblea Nacional. Se expusieron en ella diferentes posiciones y se votaron democráticamente.
Logros que destaco:
- Ampliación de sectores representados en la Asamblea Nacional: Pasamos de 3 sectores a 10 sectores (magisterial, profesional, empresarial, deportes y cultura, solidarismo, comunalismo y personas con discapacidad), y de 4 a 5 movimientos (juventud, mujeres, trabajadores, cooperativistas y municipales), con apertura a incluir más en el futuro.
- Autonomía de sectores y movimientos: estas representaciones acordarán sus propios procesos de elección y esas elecciones se realisarán en fechas separadas a la de la convención nacional.
- Representación de todos los cantones en la Asamblea Nacional: Eliminamos la categorización de «cantones no representados» y aseguramos representación de todos los cantones.
- Inclusión de liderazgos en los resultados electorales internos: Se dejó atrás un modelo que fomentaba la «mesa gallega» (el ganador se adjudicaba todas las posiciones elegibles), para pasar a uno con una representación proporcional entre los grupos que compiten (todos ganan algunas posiciones elegibles), disminuyendo así las divisiones internas.
- Eliminación de adhesiones para precandidaturas: Democratiza el proceso de inscripción de candidaturas.
- Eliminación del umbral del 40% para ganar en primera vuelta: Evita una segunda vuelta.
Oportunidades de mejora hacia el futuro:
- Voto público en todas las votaciones de la Asamblea Nacional: Debemos aumentar la transparencia, votando siempre públicamente como lo hacen la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia.
- Inscripción previa para toda persona que desee votar en nuestras elecciones internas: Es saludable ampliar la participación ciudadana invitando a inscriberse en el Partido para votar. Hoy debemos proteger nuestros procesos internos de las ya conocidas infiltraciones organizadas por otros partidos que llegan a votar por nuestras candidaturas más débiles para dañarnos. También debemos blindarnos especialmente contra la penetración que busca la narcoactividad. Inscribirse es una práctica democrática. A manera de ejemplos, en partidos europeos se acostumbra la inscrpición. En las recién celebradas elecciones presidenciales en los Estados Unidos, sólo votaron quienes se habían inscrito previamente.
Tareas pendientes
Como mencioné al inicio, es imperativo renovar nuestro ideario para presentarnos en poco tiempo al electorado nacional. Por eso retomo aquí dos propuestas que presenté en mi carta del 10 de octubre a la Asamblea Nacional.
- Centro de Pensamiento: Inspirado en el Centro de Estudios para los Problemas Nacionales, este esfuerzo debe nutrirse de investigaciones como las del «Estado de la Nación» para renovar nuestra visión de país y generar soluciones transformadoras. Mientras lo establecemos, propongo la creación inmediata de cinco comisiones de alto nivel para abordar temas críticos: Seguridad Ciudadana, Salud Pública, Educación, Infraestructura Nacional y Reforma del Estado Costarricense.
- Modernización del ICARF: Revivamos un modelo como el que tuvimos en ‘La Catalina’: formación política y de liderazgo de excelencia, capacitando dirigencias de alto nivel para el futuro.
Finalizo agradeciendo su lectura de esta carta. Sé que le tomé algunos minutos, pero quise compartir detalladamente nuestros logros y algunos de nuestros retos.
Estoy convencido de que, con lealtad, compromiso y unión seguiremos fortaleciendo al Partido Liberación Nacional, baluarte indiscutible de nuestra democracia y a lo largo de toda nuestra historia, motor del desarrollo nacional.
Con optimismo y confianza,
José María Figueres
Expresidente de la República.