El Arca Perdida de la Alianza
Uno de los artefactos antiguos más buscados por la humanidad desapareció hace 2 600 años sin dejar pistas sobre su posible ubicación.
DURANTE SIGLOS, arqueólogos y cazafortunas han intentado localizar reliquias religiosas sagradas como el Santo Grial y la Santa Lanza, o incluso confirmar concretamente que existieron. Entre los tesoros más codiciados de la Biblia se encuentra la escurridiza Arca de la Alianza.
Se trata de una caja ornamentada y chapada en oro que los israelitas construyeron para guardar las tablas de piedra con los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés. La caja estaba coronada por dos querubines de oro. Los israelitas podían transportar la caja utilizando dos palos insertados a través de cuatro anillos de oro en la parte inferior.
Se cree que los israelitas llevaban el Arca consigo a las batallas contra diversos enemigos. Se decía que poseía poderes sobrenaturales y que les proporcionaba victoria tras victoria en el campo de batalla. Años más tarde, el rey David llevó el Arca a Jerusalén. Allí permaneció hasta que su hijo Salomón construyó el Primer Templo e instaló el Arca en su interior. En 586 a.C., los babilonios conquistaron Jerusalén y saquearon el templo. El Arca desapareció de la historia.
Una proliferación de teorías ha intentado explicar el posible paradero del venerado tesoro. Una dice que los babilonios nunca se llevaron el Arca, porque los manifiestos detallados de lo que que se llevaron de Jerusalén no mencionan el Arca. Si esto es cierto, entonces quizá sea plausible otra de las teorías: que el Arca fue escondida por los israelitas, quizá en una cueva, y nunca se reveló su ubicación.
Una de las posibilidades más curiosas es que los babilonios se llevaran el Arca a Etiopía, donde aún permanece en la ciudad de Axum, en la catedral de Santa María de Sión. Sólo a un hombre, el «Guardián», se le permite ver el Arca, lo que impide que nadie pueda verificar su autenticidad.
La afirmación más creíble es que el Arca podría haber estado oculta bajo el templo antes de que los babilonios invadieran Jerusalén. El arqueólogo Leen Ritmeyer ha identificado un punto en una sección del lecho rocoso que coincide con las dimensiones del Arca. Cree que el Arca puede estar enterrada en el lecho de roca. Sin embargo, dado que el santuario musulmán de la Cúpula de la Roca se alza ahora sobre ese terreno, es improbable que se realice una excavación. Y quizá sea lo mejor, para preservar la leyenda de este tesoro bíblico.
Basado en «100 greatest mysteries» de The History Channel