Chuchingüería presidencial

Guido Mora

Guido Mora

Habrán notado Ustedes que no es sino hasta ahora que el presidente ha atacado verbalmente y de forma abierta a cuatro hombres por adversar sus posiciones. Los cuatro son diputados de la República: Ariel Robles, Oscar Izquierdo, Eliécer Feinzaig y Alejandro Pacheco quienes han sido blanco de las críticas, por las denuncias fuertes y bien fundamentadas en el caso de Robles y por la defensa del Hospital de Cartago, los demás congresistas.

En otras oportunidades ha hecho mención en sus alocuciones a Rodrigo Arias y alguna vez a su “alter ego” Luis Amador.

Sin embargo, esa lista palidece con los ataques frecuentes y arteros que ha hecho a una larga lista de mujeres, cuyo único pecado fue creer en sus mentiras y aspirar servir al país, al lado del embustero.

La larga lista comienza con Luz Mary Alpízar quien, confiando en la palabra del engañador, prestó el partido que forjó con tanto trabajo. Una persona admirable y trabajadora, prueba de ello es que ninguno de los aliados de Chaves logró formar, como lo hizo Luz Mary, otro partido político, para ponerlo al servicio del chavismo.

Siguen en lista las diputadas Vanessa Castro (a quien persiguió hasta que le rescindieron contratos laborales con una televisora nacional con intereses de inversionistas mexicanos), Monserrat Ruiz y Gloria Navas, a quienes ha expuesto y ofendido, por no poder responder con argumentos sólidos, los profundos cuestionamientos que estas diputadas han expuesto.

A las diputadas Paulina Ramírez, Rosaura Méndez y Johanna Obando, por defender los intereses de los cartagineses, luchando por la construcción del Hospital de Cartago.

Entendería uno que las críticas a algunas diputadas descansen en las diferencias de concepción de país que puedan tener, con el presidente. Sorprende sin embargo la forma soez, ladina y marrullera con que ha actuado.

Lo que no puede uno comprender es el empecinamiento, la insistencia, el ensañamiento y la crueldad con que ha atacado y perseguido a mujeres que confiaron y asumieron el compromiso de colaborar con su administración.

Para mencionar a algunas:

Patricia Navarro Molina, ex ministra de comunicación, quien ha denunciado persecución y ensañamiento más allá de su renuncia obligada.

Gloriana López Fuscaldo, ex directora del PANI, quien de igual manera ha denunciado persecución y cierre de espacios laborales, por presiones de personas vinculadas con la administración Chaves.
Karla Salguero, ex viceministra del MEP, quien fue despedida a solicitud del jefe de fracción de Nueva República, Pablo Sibaja, bajo el argumento de que respaldaba “ideologías nefastas de la izquierda”.

Martha Rodríguez, representante del sector sindical en la CCSS, perseguida y amenazada por mantener posiciones contrarias a Marta Esquivel y Rodrigo Chaves.
Las magistradas Patricia Solano por el allanamiento Parque Viva, cerrado por Chaves actuando junto con el Ministerio de Salud, con un claro abuso de poder.

Y Patricia Calderón por dictar una medida cautelar contra el decreto que sustenta “La Ruta del Arroz”.

A Melania Vega Oreamuno, especialista en oftalmología quien fue atacada por presidente Chaves en su conferencia de los miércoles por recibir un alto salario como especialista en la CCSS.

No podemos dejar de incluir en esta lista una mujer con la cual se ha ensañado y ha atacado reiteradamente, por no permitirle saltarse la legislación costarricense, me refiero a la señora Marta Acosta, Contralora General de la República.

Parece ser que por lo menos el acoso laboral es práctica común en esta administración y que la chuchengüería pasará a la historia, como otra característica de la administración Chaves.

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