REFIERESE que en cierta ocasión, en que sostenía fuerte polémica por la prensa el brillante historiador Licenciado don León Fernández Bonilla con uno de los destacados políticos de la época, un hijo de éste, acercose por la residencia del señor Fernández Bonilla con miras de provocar un incidente personal. Don León salió a la puerta de su casa y una vez enterado de los deseos del visitante, díjole sonriéndose:
—»Cuánto siento joven, que la cocinera haya salido; mi deseo hubiera sido que el asuntito lo hubiese usted arreglado con ella; tendrá, pues, que volver»…
(Diciendo estas palabras don León dio media vuelta, cerrando la puerta).
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.