Anecdotario costarricense

SE ENCONTRABA en La Sabana, campo de juegos de Costa Rica, el recordado caballero inglés don Jaime G. Bennett, de grata recordación para los costarricenses, presenciando un partido de fútbol que se jugaba en su honor, cuando de pronto fija su atención en Román Macaya que está efectuando sus vuelos de diez colones por unas cuantas vueltas en el aire. Lo ve elevarse, dar algunas vueltas sobre su cabeza, aterrizar y vuelta a levantarse y sucesivamente repetir la operación.

Bastante rato estuvo el señor Bennett observando los pequeños viajes del «As Tico». Fue entonces que se le acercó el siempre recordado don Joaquín Vargas Coto, el más grande cronista que tuvo Costa Rica en estos últimos tiempos, y le dijo:

—»¿Está usted contemplando las evoluciones del «As Tico»?…

Don Jaime, en un castellano que él hablaba a su modo, le responde al instante:

—»Macaya no ser el aviador nacional; ser la costurera nacional, pues no hacer más que ¡vuelitos, vuelitos y más vuelitos!»…

Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.