Anecdotario costarricense

Anecdotario

YA DE PRESIDENTE de la República don Julio Acosta García, Jefe de la Revolución del Sapoá, muerto el Licenciado don Alfredo Volio Jiménez, y después de haber aprobado el Congreso Constitucional la famosa Ley de Recompensas, nuestro gran humorista y poeta, Miguel Ángel Obregón «El Cholo», decidió viajar rumbo a Europa a gastar los diez mil dólares que había recibido del Gobierno, instalándose en la lujosa residencia del Marqués don Manuel María de Peralta, el eterno Ministro de Costa Rica en Europa.

Encontrándose en París, saluda a su compañero de revolución don Rodolfo Imeri, de nacionalidad nicaragüense, y lo invita a comer en un lujoso restaurant de la Ciudad Luz.

Esa noche, los dos amigos comieron con champaña.

El Cholo Obregón, buen catador de licores, con la copa en la mano, después de haberlo probado, le dice al mesero:

—»¡Qué malo es este champaña, viejo!»

El mesero, con aplomo, le contesta:

—»Señor: es de la viuda de Clicot».

Nuestro gran humorista, irónicamente vuelve a replicarle:

—»No lo creo, mi amigo».

Y el mesero, amoscado, al fin francés, y sintiéndose seguramente más humorista que el amigo Obregón, le replica:

—»A no ser que la viuda se haya vuelto a casar» …

Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.

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