Venezuela: Un Llamado a Defender la Democracia y la Libertad

Carolina Delgado
Diputada
Partido Liberación Nacional

Carolina Delgado

Como demócrata, como fiel defensora de la libertad ciudadana, hoy mi corazón se llena de dolor, quiero repudiar lo ocurrido ayer en nuestra hermana República de Venezuela, es una herida profunda en el alma de la democracia latinoamericana. Este domingo 28 de julio, debió haber sido una celebración de la voluntad popular, pero presenciamos un acto de atropello y fraude que no podemos, ni debemos ignorar.

Venezuela, un país que ha sido cuna de libertadores, hoy clama por su libertad. No solo fueron negados los observadores internacionales, que los bajaron del avión, desde ahí podíamos vislumbrar lo que vendría, sino que a pesar de un abrumador movimiento de ciudadanos que manifestaron su deseo de cambio, sus sueños y esperanzas de una Venezuela libre, las urnas fueron silenciadas, las calles ignoradas y los corazones, aplastados. En medio de un grito ensordecedor de esperanza y anhelo de libertad, se nos presenta un resultado que insulta la inteligencia y la dignidad del pueblo venezolano.

Un resultado que proclama vencedor a Nicolás Maduro, cuando la verdad palpable era otra.

Quiero hablarles no solo de los datos y estadísticas, sino del dolor humano. De las mujeres y madres venezolanas que siguen esperando el regreso de sus hijos, aquellos que se han visto obligados a buscar refugio en otras tierras, dejando atrás sus raíces, sus sueños y sus seres queridos. Hablo de los niños, cuyos ojos inocentes están siendo privados de un futuro brillante, eclipsados por la oscuridad de la opresión, la desesperanza y la pobreza.

Es imposible no sentir la angustia de una esperanza robada. Ver cómo se desvanecen los sueños de una nación que, a gritos, pedía libertad, justicia y un futuro mejor. Pero no estamos aquí para quedarnos en el dolor. Estamos aquí para levantar la voz, para exigir que se respete la voluntad del pueblo venezolano, para defender la democracia y los derechos humanos.

La democracia no es un privilegio, es el derecho a poder elegir, es la voz del pueblo, es la esencia misma de nuestra dignidad como seres humanos. Y cuando esa voz es silenciada, no solo se roba una elección, se roba la esencia de la libertad. Hoy, más que nunca, debemos ser solidarios con nuestros hermanos y hermanas venezolanas. Debemos clamar por aquellos que han sido silenciados, debemos luchar por aquellos cuyos derechos han sido pisoteados.

Hago un llamado a todos los países de la región, a las organizaciones internacionales, a cada persona que valora la libertad y la justicia: no permitamos que este fraude quede impune. Exijamos transparencia, exijamos el respeto a los verdaderos resultados. No podemos permitir que la voluntad de un pueblo sea ignorada, que sus esperanzas sean trituradas por intereses mezquinos.

Venezuela, no está sola. Costa Rica y toda América Latina están con ustedes. Seguiremos luchando, seguiremos pronunciándonos hasta que la libertad y la justicia prevalezcan. Porque la democracia no se rinde, la democracia no se negocia. La democracia se defiende con todo el corazón y con toda la fuerza de nuestra convicción.

Como mujer, como dirigente liberacionista y como diputada de Costa Rica, país que ha sido faro de democracia y paz en la región, insto a todos a redoblar nuestros esfuerzos en la defensa de estos valores. No podemos permitir que la democracia se convierta en una palabra gastada. Debemos cuidarla, nutrirla y protegerla, especialmente en momentos oscuros como este.

Siempre estaré del lado de la libertad, el honor y la democracia.

María Paula Ureña
Teléfono: 8346-3102

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