Bayreuth, 28 jul (dpa) – La puesta en escena parcialmente virtual de la ópera «Parsifal» de Richard Wagner realizada por el estadounidense Jay Scheib fue recibida con vítores y aplausos en el Festival de Bayreuth.
A diferencia de su estreno el año pasado, apenas hubo abucheos para Scheib y su equipo cuando aparecieron en escena. El tenor austriaco Andreas Schager en el papel protagónico fue celebrado por el público, al igual que el director de orquesta español Pablo Heras-Casado, la mezzosoprano rusa Ekaterina Gubanova como Kundry y el bajo alemán Georg Zeppenfeld como Gurnemanz.
La versión de Scheib de la ópera de Wagner es particularmente especial y casi radical porque no solo se desarrolla en la vida real sobre el escenario, sino también virtualmente.
El espacio escénico se amplía digitalmente con la ayuda de unas gafas especiales. Scheib hace que las paredes del Festspielhaus de Bayreuth se derrumben, muestra el cisne moribundo que Parsifal ha matado… y la lanza de Klingsor (Jordan Shanahan) se dirige hacia el público y se detiene en el aire delante del mismo.
Sin embargo, esto solo ocurre para algo más de 300 de los casi 2.000 espectadores, es decir, para los que llevan gafas especiales de realidad aumentada. Porque incluso en el segundo año, hay bastantes menos gafas que espectadores. Y también menos de las que se solicitaron, como dijo el portavoz del festival, Hubertus Herrmann.
El año pasado hubo un debate sobre el coste de las gafas, de unos 1.000 euros (1.090 dólares) por unidad.
Scheib volvió a trabajar mucho en la parte digital de su producción. Algunas de las imágenes fueron completamente revisadas, añadidas o sustituidas por completo. El año pasado se criticó que el mundo virtual eclipsara la acción escénica en lugar de complementarla de forma significativa. Y la comodidad de uso también dejaba que desear.
«Por el momento, las gafas de Bayreuth son incluso más incómodas que las sillas», declaró el ministro de Ciencia y Arte de Baviera, Markus Blume, en una entrevista.
Este año, el Festival de Bayreuth logró que a pocos días de su inauguración estuvieran ya «totalmente agotadas» las entradas para todas las funciones, según declaró a dpa su portavoz, Hubertus Herrmann.
El año pasado hubo titulares en los medios sobre el hecho de que el encuentro wagneriano, para el que los aficionados a la ópera a menudo tenían que esperar años para conseguir localidades, ya no podía vender todas sus entradas.
En aquel momento habían quedado localidades libres para la tetralogía del «Anillo de los Nibelungos». La producción del director Valentin Schwarz, que se conoció como el «Anillo de Netflix», se considera controvertida. En su estreno en 2022, fue abucheada sin piedad por amplios sectores del público.
La reposición de la primera parte del «Anillo», «El oro del Rin», figura en el programa de esta noche. El año que viene, después de cuatro temporadas, el «Anillo» de Schwarz subirá a escena por última vez en Bayreuth.
En 2026, año en el que el festival celebrará su 150 aniversario, se representarán todas las óperas de Richard Wagner que forman parte del repertorio estándar de Bayreuth, así como la obra temprana «Rienzi». Herrmann anticipó que se escenificará «un ‘Anillo’ especial, sólo para el año del aniversario».