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Por Carlos Revilla
“Los proverbios flamencos” : Pieter Brueghel (c. 1525-1569)
Pieter Brueghel el Viejo fue un pintor y grabador flamenco, conocido por sus paisajes y escenas de la vida cotidiana. Nació en Breda, en el Ducado de Brabante, que en ese entonces formaba parte de los Países Bajos de los Habsburgo.
Brueghel estudió con el pintor flamenco Pieter Coecke van Aelst en Amberes, donde se unió al gremio de pintores en 1551. Durante su formación, fue influenciado por las obras de Hieronymus Bosch, cuyos temas y estilo a menudo reflejan en sus propias obras.
En la década de 1550, Brueghel viajó por Italia, visitando Roma, Sicilia y otras regiones. Estos viajes influyeron en su estilo, aunque mantuvo su enfoque en la vida campesina y paisajes del norte de Europa. Regresó a Amberes en 1555, donde trabajó para el editor de grabados Hieronymus Cock.
“Los proverbios flamencos”, también conocida como «El mundo al revés» o «La Neta del Gato», es una pintura creada por Pieter Brueghel el Viejo en 1559. Esta obra maestra presenta una compleja y detallada representación de más de un centenar de proverbios y dichos populares flamencos de la época, todos entrelazados en un vibrante paisaje aldeano. Cada escena dentro del cuadro ilustra una expresión proverbial, proporcionando una aguda observación sobre la naturaleza humana y la vida cotidiana. La pintura destaca no solo por su detallado realismo y vivacidad, sino también por su ingenioso sentido del humor y su crítica social, evidenciando la sabiduría y las contradicciones de la vida rural y urbana del siglo XVI. A través de esta obra, Brueghel captura la esencia cultural de su tiempo, ofreciendo una ventana al pensamiento y las costumbres de su sociedad. (Museo Municipal Wuyts-Van Campen y Barón Caroly Lier, Bélgica)
Sus pinturas destacan por su detallado tratamiento de la vida campesina, sus paisajes vívidos y su capacidad para capturar la esencia de la naturaleza humana con una combinación de humor y crítica social.
Brueghel se casó con Mayken Coecke, la hija de su maestro, y tuvo dos hijos: Pieter Brueghel el Joven y Jan Brueghel el Viejo, ambos también pintores de renombre. Pieter Brueghel el Viejo murió en Bruselas en 1569.
Su legado perdura como uno de los maestros más importantes del Renacimiento nórdico. Sus obras influyeron significativamente en la pintura flamenca y europea, y su observación aguda de la vida cotidiana y la naturaleza humana sigue siendo celebrada hasta el día de hoy.
Estas son las obras más conocidas y representativas del arte, cada una en un estilo y una época, pero que resumen a la perfección los grandes momentos artísticos de la humanidad.
