Los cuadros más famosos de la historia

Por Carlos Revilla

“Clase de ballet” : Edgar Degas (1834 – 1917)

Edgar Degas, cuyo nombre completo era Hilaire-Germain-Edgar De Gas, nació el 19 de julio de 1834 en París, Francia, y falleció el 27 de septiembre de 1917 en la misma ciudad. Degas es ampliamente reconocido como uno de los fundadores del impresionismo, aunque prefería ser identificado como un realista.

De familia acomodada, Degas mostró interés por el arte desde temprana edad. Estudió en la Escuela de Bellas Artes en París y pasó varios años en Italia, estudiando las obras maestras del Renacimiento. Su formación clásica se reflejó en su meticulosa atención al dibujo y la composición.

Degas es famoso por sus representaciones de la vida moderna en París, particularmente sus escenas de ballet, carreras de caballos, y la vida cotidiana de la clase trabajadora. Utilizaba una variedad de medios, incluyendo óleo, pastel y escultura. A menudo capturaba momentos espontáneos y movimientos fugaces, lo que le permitió explorar nuevas técnicas y perspectivas.

“Clase de ballet”, una de las pinturas más emblemáticas de Edgar Degas, ofrece una ventana íntima al mundo del ballet parisino del siglo XIX. En esta obra, Degas captura un momento cotidiano en una clase de danza, donde las bailarinas, vestidas con tutús blancos, practican sus movimientos bajo la atenta mirada de su instructor, el célebre maestro de ballet Jules Perrot. La composición es dinámica y cuidadosamente equilibrada; las figuras se distribuyen por el espacio en diversas posturas, desde las más elegantes y gráciles hasta las más relajadas y despreocupadas, lo que dota a la escena de una sensación de naturalidad y espontaneidad. El uso de la luz y la sombra, junto con los delicados toques de color, crean una atmósfera vibrante que destaca la textura de los tutús y el parquet del suelo. A través de esta obra, Degas no solo documenta una parte esencial de la vida cultural parisina, sino que también demuestra su maestría en capturar el movimiento y la esencia humana en su arte (Museo de Orsay, París).

Aunque participó en varias exposiciones impresionistas, Degas mantenía una cierta distancia del grupo, prefiriendo seguir sus propios intereses artísticos. A lo largo de su vida, su visión se deterioró, lo que le llevó a centrarse más en la escultura y el pastel.

Degas falleció en 1917 a la edad de 83 años, dejando un legado perdurable como uno de los artistas más importantes y originales del siglo XIX.

Estas son las obras más conocidas y representativas del arte, cada una en un estilo y una época, pero que resumen a la perfección los grandes momentos artísticos de la humanidad.